Repasemos lo que era antes ser suizo y lo que no, en materia de relojería en concreto. Hasta ahora, un reloj podía ser suizo si el 50% de sus partes eran de origen suizo. Ese "cincuenta por ciento" podía provenir de partes del movimiento exclusivamente. Así, se daba el caso que muchas marcas vendían relojes como manufactura suiza cuando, realmente, el reloj era chino: se ensamblaba en China, por trabajadores chinos, la mayoría de sus piezas eran chinas, y solamente se traían de Suiza algunas piezas de sus calibres para cumplir con lo mínimo que marcaba la legislación. Dicho de otra manera: el reloj te venía de China, pero se vendía como si lo hubiera hecho un experto relojero suizo (incluyendo también en ese valor de venta el precio "de reloj suizo", y no de "cutre reloj chino").
Pero a partir de este año, de hecho a partir de ahora, las cosas cambian bastante.