Casio es una buena marca, nadie lo discute, y está demostrado con el tiempo. Pero como todo en la vida tiene sus errores, últimamente no ha llevado a cabo como debería el trabajo de producir relojes: G-Shocks sin la protección que prometen tener, pilas de poca duración que tras 4 o 5 cambios ya no cierran las tapas, relojes súper comerciales para ir a la moda, no para tener un duradero y fiable compañero...
En fin, una ristra de meteduras de pata enormes. Aunque también esta marca tiene sus aciertos. Por ejemplo: hace un año compré un Casio MCW-100H, que cuesta 59€ (precio oficial) y es entero de resina. Monta un módulo de Edifice, un Seiko-Epson 5434 japonés. Su pila es de tres años. Cualquiera pensaría que este reloj es solo otra víctima del consumismo y que tras cambiar un par de pilas, las roscas, uno de los problemas más gordos de Casio, fallarán. Pues NO, se ve que en Casio ha vuelto la genialidad, el propósito de durabilidad, por lo cual me garantiza un producto que me aguantará muchísimos años. Este modelo tiene roscas de acero. Un sistema muy solicitado por todos los foreros de relojería que consiste en lo siguiente: en el agujero de la rosca, en vez de hacer un surco en la resina, incrustan una rosca hembra de acero, lo cual permite abrir la caja sin problemas infinitas veces. Este sistema demuestra la apuesta de Casio por la durabilidad y de esta manera, uno puede pensar tranquilo que este reloj llegará fácil a los 20 o 30 años de edad sin despeinarse.
Por lo que querida Casio, gracias por oír las peticiones del público y ofrecernos un reloj muy discreto pero que es una auténtica joya de las que ya no se ven.