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Con la primera aparición de los MTG-G1000 y el primer acercamiento de Casio al sector Premium más elevado (entiéndase esto como relojes con un precio superior a los 1.000 €), Casio empezó a "bloquear" o a limitar que tiendas fuera de unas pocas (poquísimas) elegidas desde fuera de nuestras fronteras, por Casio Europa, pudieran vender esa exclusivísima gama de relojes. De aquellos tiempos recuerdo mis conversaciones con algunos relojeros, y también las múltiples excusas que, cuando me escribían preguntándome interesados en adquirirlos o relojerías, intentaba ponerles para que en Casio España no se vieran implicados. Porque bien sabía yo (y algún que otro distribuidor oficial, como Relojes de Moda) que Casio España poco o nada tenía que ver con todo aquello, y que la culpa de que relojerías muy fieles a la marca y "de toda la vida" no pudieran vender esos elitistas modelos no provenía de los responsables de la Península, sino que eran otras políticas en las que ellos ni pinchaban ni cortaban.
Ahora, algunos años después, se ha demostrado que era imposible ponerle puertas al campo, dominar todo aquello. Lo mismo que desde una multinacional (los gobiernos es otra cosa) es imposible que limiten la oferta en Internet o el acceso a determinados relojes sólo para algunos "status" seleccionados. Los Premium de Casio, los "Premium más Premium", campan a sus anchas, y tal es así que Casio -con gran acierto, a mi modesto entender- ha ido "abriendo la mano", siendo más permisivo e incluso ha extendido las líneas Premium a modelos que a priori no lo parecen ser tanto, como los Gulfmaster o el mismo Mudmaster.