A finales de los años noventa Casio tenía una gran problema. La mayoría de los módulos de los relojes que comercializaba estaban dotados de aquellas arcaicas pilas CR2016, y su autonomía era ridículamente baja: apenas dos años de duración.
Lejos quedaban ya sus gloriosos años ochenta, durante los cuales habían desarrollado sus mejores módulos (de los cuales siguen tirando en no pocos relojes, apenas hay desarrollos realmente nuevos desde entonces), con toda su algorítmica. En aquellos tiempos la durabilidad de las pilas era un aspecto al que no se le prestaba demasiada atención. Es cierto que Casio -como tantos otros fabricantes- se introdujo en el mundo de la tecnología solar, ofreciéndonos estupendas realizaciones de relojes "dual power", capaces de extender la vida de sus pilas haciendo uso de células fotovoltaicas. Pero ahí se acababa la historia y, por lo general, no fue más allá en la mayoría de marcas de entonces.
Por aquel tiempo, fascinado el público con la llegada de aquellos "pequeños ordenadores de muñeca" que eran capaces de mostrar la hora en digital, y hacerlo con precisión, se buscaba ante todo el "más imposible todavía". Las marcas competían entre sí por ver quién ofrecía más funciones, quién era capaz de hacer lo que otros no podían. Seiko lanzaba relojes incluso con televisión, Sanyo con radio, y Casio sorprendía año a año, temporada tras temporada, con relojes a cada cual más llamativo y alucinante: sensores de radiación solar, Data-Bank, táctiles... E incluso modelos que te permitían hacer llamadas por tonos.
Pero los noventa fue el declive absoluto. La irrupción de Swatch con sus relojes multicolores tirados de precio puso fin a la historia. Durante los primeros años que estrenaban década la relojería digital sufrió una auténtica sangría de marcas que acabarían desapareciendo: Ricoh, Sanyo, Alba, Beltime, Avanti, Riva..., una tras otra fueron abandonando el panorama digital. Casio no fue ajena a ello, para sobrevivir llegó a producirle modelos a terceros, como a Timex, que tampoco estaba en mejor situación que los japoneses. Fue tal el impacto de aquella acuciante crisis que en Casio llegaron a contemplar la posibilidad de tener que irse del negocio de la relojería, hasta que el fenómeno G-Shock explotó y aquella submarca, a la que casi nadie ya le había prestado atención (el reloj de su décimo aniversario pasó sin pena ni gloria por el mercado) se fue convirtiendo en la marca juvenil de moda para raperos y disc-jockey, y entonces la fiebre por aquellos modelos resistentes despegó.
No obstante la gama de relojes digitales de Casio seguía en franca recesión, apenas había novedades llamativas en ella. Y la llegada de la telefonía móvil en la segunda mitad de aquella década no hizo más que darle la puntilla a los últimos fabricantes de digitales. A principios de los dos mil Casio decidió centrarse en los analógicos, y allí se acabaría la historia de los digitales... Para siempre. Ya no habría modelos rompedores a partir de entonces, ni desarrollos nuevos, ni apenas innovaciones. Muy atrás se habían quedado los display a color, los animados con dígitos que seguían diferentes patrones, y la sorprendente innovación de módulos y microelectrónica de los ochenta. Jamás volvería a ser lo mismo.
El panorama global había cambiado radicalmente desde aquella Casio que dejaba al público boquiabierto en los ochenta. Ahora la sensibilidad de la población era diferente y una de sus mayores preocupaciones eran las pilas botón. Se llevaron a cabo campañas muy mediáticas para concienciar a las personas del peligro de su uso, cosa que en realidad nunca dejaría de estar presente, incluso tras el meritorio logro de la división energética de Sony al conseguir producir las pequeñas pilas de plata sin los peligrosos compuestos químicos (como el mercurio) que tenían hasta entonces. Pero tuvieron que pasar muchos años para lograrlo, nada menos que hasta 2004.
_Tecnología de pilas de larga duración_
//Hoy los relojes de Casio han dado marcha atrás: vuelven a ofrecer nefastas autonomías de sólo un par de años, y vienen a ser sólo un complemento del teléfono móvil, incluso recurren a él para ajustar la hora.//
Antes de eso Casio le encargó al mismo especialista que le había desarrollado sus sistemas Tough-Solar un nuevo y más eficiente procedimiento para conseguir que sus relojes duraran más tiempo con sus pilas. Básicamente lo que hicieron en Oki Network Systems Group fue aplicarles a sus relojes pilas más grandes, circuiterías capaces de trabajar con ellas, y dando como resultado el actual sistema de baja demanda energética que Casio sigue ofreciendo hoy. Al fin y al cabo si aumentas el tamaño de la pila y su capacidad, sin aumentar el consumo del reloj, logras una autonomía mucho mayor, llegando incluso hasta los diez años.
Hoy los últimos relojes de Casio ya no siguen nada de esta filosofía. Sus últimos modelos funcionan con baterías como cualquier smartwatch, y los de pilas "grandes" como los GBD-200 o GBX-100 han vuelto a la ya casi olvidada autonomía de dos años otra vez. Parece que la historia se repite, pero para peor. Parece que en lugar de avanzar, retrocedemos. Parece que la nueva tecnología no es capaz de superar a la antigua. Sí, te permite tener conectividad con el teléfono móvil, saber quién te ha llamado y si tienes un mensaje nuevo, pero, ¿de qué sirve todo eso, si en el fondo ya lo tienes en tu teléfono? ¿De qué sirve todo eso, si viene empaquetado en un reloj que sin móvil no hace nada, y que hasta en longevidad y autonomía queda por detrás de lo que tenían sus ancestros?
Pero es lógico porque todo responde a una nueva filosofía. El reloj ya no es un instrumento para medir el tiempo, sino la pulsera chula que te pones cada mañana acorde con el color de tu atuendo, de tu chaqueta o de tus zapatillas. Si es así, a fin de cuentas, ¿qué importa entonces la autonomía, las prestaciones, la funcionalidad? No es extraño que los que más vendan en Casio sean módulos de dos años de autonomía (DW-5600, GA-2100...), como sucedía ya en los peores tiempos de los años noventa. Uno llega a pensar incluso qué sentido tiene que esos relojes lleven pilas, y hasta módulos. Es un desperdicio total de recursos, materiales y compuestos contaminantes. Bastaría que le pusieran un frontal con letras brillantes sin más. Al final lo que importa es la apariencia, la pulsera. No el reloj.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Por mucho que nos pese o nos quejemos, hay que ser conscientes de la difícil situación que viven los relojes digitales frente a los móviles. Es una lucha entre David y Goliath.
ResponderEliminar¿Qué haríamos nosotros en su misma situación? El pan nuestro y de nuestros hijos dependería de Una tecnología altamente complicada de mantener por culpa de los móviles.
En mi humilde opinión, pocas opciones tienen y legal a ser lógico que tiren más por moda que por calidad y aún así no hay que olvidar que tienen calidad. Puede que no sean como los relojes de antes, pero es que tampoco la vida es la misma que la de antes.
¿No creéis?
Muy cierto. Y aún diría más: gracias que lo siguen haciendo. La mayoría de marcas han claudicado (Seiko, Citizen...) y el resto han cerrado. Las que lo han intentado con clónicos old-school (Marea, Lorus...) lo han dejado y han vuelto a los analógicos.
EliminarLo que no me parece ya tan bien es que si ya tienes un buen producto y lo lanzas (WS-1300, W-737...), pues ponlo en todos los mercados, eso de retirarlo antes de que llegue siquiera a darse a conocer y decir que ha sido un fracaso no lo veo normal.
Está claro que todo ha cambiado, y a peor, al menos para Casio.
ResponderEliminarPorque Swatch, ahí sigue.
Buenas noches ZC, Javier y resto de participantes.
ResponderEliminar2.000 millones de personas en este mundo no tienen acceso a agua potable. Se entiende que el 40 % de la población mundial no tiene acceso a internet. En este sentido, un Casio (o un reloj digital), puede salvarte la vida. Lástima que Casio no explote este sentido.
Perdón por el ladrillo.
Que pasen una buena noche.
Fdo.SOC
Sabes a ciencia cierta que Casio no aprovecha esos mercados?
EliminarSabes si de por sí esos mercados puede que estén copados por relojería pirata que seguramente será más barata que un Casio barato? Acaso sabemos los movimientos que hace Casio en los mercados que citas?
Realmente no tenemod ni idea.
De por sí se está criticando aquí como hace las cosas Casio, siempre desde nuestro prispa de españoles, luego de europeos y por último de occidentales del primer mundo.
Lo que gusta aquí no tiene que gustar en el país vecino y menos en el de la otra punta.
Deberíamos ser más cautos a la hora de juzgar pues no debemos olvidar que solo somos una pieza más y lamentablemente no somos la pieza más importante.
No he conocido de primera mano esas situaciones, pero sí que conozco bastante bien algunos de los países que se llaman emergentes. Países que en cuanto a relojes llevan 5, 10 o 15 años de retraso sobre nosotros, pero donde también se están empezando a popularizar los smartwatches y smartbands, al menos entre la poco abundante clase media.
EliminarBuenos días participantes del canal.
EliminarEs verdad que no tengo los datos en el sentido de mi argumentación, pero si Casio deja de vender, al menos en plataforma, determinados modelos en Sudamérica; muchas regiones con las características de mi argumentación pueden verse afectado; por ejemplo: Brasil donde existen grandes sumas de personas en extremapobreza; por no hablar de Colombia.
Aunque asumo que desconozco el mercado de Casio en otros lares.
que pasen un buen día.
Hablando de la batería, tengo un GBD-100 que compré hace casi un año y medio, y ahora notifica que la batería está baja. ¿Lo conectaba al smartphone? Casi nunca ¿Lo utilizaba para contabilizar pasos? No hay forma de desactivar esa función. ¿Mi uso principal? Temporizador de intervalos con alarma por vibración. Aunque no ha dejado de funcionar, si, aparece un aviso que su batería ya está en las últimas. Incluso ha generado posibles sobreconsumos por el tipo de alarma que utilizo. Incluso es raro para mi que su pantalla se desactive por horas, parece que de 12 a 6 am... puede ser que ese tipo de pantalla consuma mucha más batería de la que mucha gente cree. Pero me siento decepcionado con este reloj, no solamente por su batería, sino porque hace mal muchas cosas que ya hacía mejor en otros modelos antiguos y por su dependencia al móvil para utilizar algunas funciones extra. Preferiría una batería recargable a utilizar una 2032 que no logra aguantar todo lo que pide el reloj, como decía un comentario en un video de G-Shock en Español, es un reloj que no aguantaría ni un año utilizando todas sus características.
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno, si quieres recargable ya está el GBD-H1000. Lo que cuentas me da la impresión que se debe a que el reloj sigue intentando conectarse al móvil, y esos intentos de conexión gastan energía en la pila. Mira a ver si esta explicación te encaja Alto consumo energético en relojes Casio con Bluetooth: Problema resuelto
EliminarYo creo que con las baterías solares es mucho más grave, porque te cargas el acumulador, mucho más caro y difícil de cambiar.
EliminarEn serio que el comentario que hace Anónimo vale su peso en oro, y en Casio deberían recapacitar. No me parece adecuado que pudiendo hacer un reloj mucho más útil, eficiente y estable, con tecnología que ya tienen, tiren de MIP sin probar, como si fuera un smartwatch. Es decir, si quieren un smartwatch perfecto, que usen MIP (como lo han hecho en el GSW-H1000) y se dejen de zarandajas. Estos experimentos deberían ser con gaseosa, no usando al cliente como conejillo de indias como hicieron con el GPR-B1000.
El GBD-H1000 es un reloj bastante costoso, si lo compras de su distribuidor Casio de Colombia, lo es todavía más. Si, en Colombia, por un reloj Casio se paga todavía más (no se cómo gestionen lo de la distribución y los aranceles), por lo tanto no puedo permitirme un GBD-H1000. El GBD-100 si me lo podía permitir, pero no era un reloj nada económico en su momento, mucho menos ahora.
EliminarCon respecto a lo que me comentas, no tendría ningún sentido que el reloj se intentara conectar al móvil sin tan siquiera pedírselo. Son contadas las veces en que lo he conectado al móvil, para probar la aplicación o para cambiar algunas configuraciones que por medio del mismo no se pueden hacer, nunca lo he usado para recibir notificaciones ni nada de eso. Siempre, después de una conexión, lo desemparejaba. Además, han sabido semanas enteras en las que no le he dado uso al reloj.
Algunas vez intenté usar el Modo Avión con la esperanza que esto desactivara su contador de pasos, y no se puede desactivar con nada.