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4.10.2021

¿Cómo se hacían antes los relojes?



En el número 269 de 21 de febrero de 1887, la revista "La ilustración artística" dedica un curioso reportaje a los relojes, y hace una visita a la fábrica de relojes Waltham, en los Estados Unidos. La verdad es que el reportaje es una auténtica delicia para todos los amantes de la relojería, y dado que extraer de él partes sería haceros partícipes solamente de un trozo de su interés (histórico, curioso y anecdótico), hemos decidido reproducirlo íntegramente para vuestro disfrute, sobre todo para los que amáis la relojería desde el punto de vista más clásico y/u os interesáis por su historia.

Además, a ese valor histórico se le añade que es uno de los reportajes más completos que sobre el particular se han escrito en español. También se describe el papel destacado de Reynier Gemma Frisiusen el desarrollo del reloj, a quien se debe el sistema regularizador. Notaréis también que no se hace mención a los relojes de muñeca; en efecto: a ese tipo de relojes aún les quedarían unos cuantos años en aparecer, cuando este reportaje vio la luz. También hacer notar la pobreza de valles como el Jura, que ahora es sinónimo de riqueza cuando, en sus inicios, era una región muy pobre en la que los artesanos realizaban relojes para sobrevivir a los duros inviernos, lo cual es irónico al compararlo con hoy día.

Como consideración previa, señalar que hemos intentado retocar lo menos posible el texto, respetando la originalidad siempre que fuese posible, y solamente modificando algunos términos o palabras que, por su antigüedad o desuso ya son difícilmente comprensibles hoy. El reportaje lo firma, por cierto, C. Saunier. Seguro que lo disfrutaréis.



La fachada de la fábrica de relojes Waltham, en la época en la que se escribió el artículo.


Los antiguos medían el tiempo con relojes de sol, de arena y de agua (clepsidras). Consta que en el siglo XII existían en algunos conventos relojes movidos por ruedas, y en el siglo XIV en campanarios. La invención de los relojes de bolsillo se atribuye a un vecino de Nuremberga, llamado Pedro Hele, que vivió por el año 1500. El descubrimiento de la oscilación constante del péndulo por Galileo en el año 1595 fue propuesto por Gemma Frisius en 1530 para regularizar los relojes movidos por pesas, y Huygens construyó en 1665 con buen éxito un reloj basado en este principio. En 1714 ofreció el parlamento inglés, a excitación de Newton, un premio de 30.000 libras esterlinas (750.000 pesetas) por un buen cronómetro, y en 1728 resolvió Jhon Harrison el problema. Desde entonces se sucedieron los perfeccionamientos y tomó incremento la fabricación de relojes en Inglaterra y en el continente. Hasta que el francés Breguet coronó la serie con sus admirables inventos, había conservado Inglaterra una especie de privilegio en la fabricación de relojes exactos, ya de bolsillo, ya de pared y de sobremesa. En París se concentró hasta época reciente la fabricación de esta última clase de relojes, que se distinguían por su elegancia y buen gusto; la industria de los de bolsillo se concentró en Suiza, en los cantones de Ginebra y de Neufchatel, y en las comarcas más pobres del Jura, y la de los relojes movidos por pesas en la Selva Negra en Alemania.

El bello axioma del eminente patricio español, Alejandro Oliván: "Procurar que el trabajo prospere es la política grande de los gobiernos", ha sido llevado en otros países a la práctica con solicitud constante, acaso sin haberlo formulado allí nadie. Así es que hoy abundan fábricas de relojes de toda especie en varias ciudades de Francia, además dee París, especialmente en el país de Besançon, como también en Alemania, en Berlin, Augsburgo, en Sajonia, Silesia y Turingia, y en Austria, en Viena, Praga y Gratz.


Éste era el taller de recorte de piezas de la Waltham. Una potente máquina de vapor de 125 caballos de fuerza da energía al entramado de correas y máquinas industriales que se requería para fabricar cada reloj.


La fabricación de relojes, en su mayor parte de pared, en la Selva Negra se evalúa en 700.000 anuales y la de los de bolsillo, en Suiza, en 800.000 a 900.000, que representan aproximadamente un valor de más de 34 millones de pesetas, con la particularidad de que las clases buenas compiten con los ingleses, y les son superiores tocante a la construcción.

El gran centro de la fabricación de relojes en Suiza está en la llamada aldea (pues en realidad es una brillante y opulenta ciudad) de La Chaux-de-Fonds, situada en el Jura, a 1.000 metros sobre el nivel del mar, en una región árida y tétrica. En este valle y en el de Lode existe la industria relojera hace más de dos siglos, gracias a un simple herrero llamado Juan Richard, que vivía en la aldea cercana de La Sagne. Este desmontó hace doscientos años un reloj de bolsillo, rarísimo entonces, y lo volvió a montar. Sobre este modelo hizo un reloj nuevo, enseñó su arte a sus cinco hijos, y fue así el fundador de esta gran industria en su país. En el cantón de Neufchatel se fabrican hoy anualmente unos 300.000 relojes de bolsillo, al precio medio de 700 pesetas la docena. El pueblo de La Chaux-de-Fonds sólo constaba en tiempo de Juan Richard de 7 casas, y hoy cuenta con 19.930 habitantes.

Los activos y emprendedores norteamericanos, una vez concluida la guerra separatista, comprendieron la importancia de este poderoso y lucrativo ramo de industria y se apresuraron a introducirlo en su país, con tanto éxito y buen acierto que conmovieron la fabricación suiza, la cual hizo desde entonces nuevos y grandes esfuerzos para luchar ventajosamente con la competencia americana.


Éste era el taller de minuteros de la compañía, que daba trabajo a casi tres mil personas y fabricaba más de mil relojes al día. En Waltham se hacía todo el proceso de facturación, desde las piezas al ensamblaje final.


La relojería americana, industria reciente en el país, puesto que no es anterior a 1852, ha conquistado en muy poco tiempo un lugar importante en los mercados comerciales del mundo entero, los cuales inunda con el producto de sus máquinas. Esto no parecerá nada extraño si se recorre la lista de las fábricas en que se trabaja a fines de 1884, y que reproducimos a continuación, tomándola del "Almanaque de los relojeros" de M. Charles Gros de Saint-Imier:

- Waltham y Cª, 1852; capital 1.500.000 duros, 2.800 obreros, 1.200 relojes diarios.
- Nasua y Cª N. H., 1860; capital 30.000 duros (esta compañía sólo existió algunos años).
- Elgin, Compañía Nacional, 1864; capital 1.000.000 de duros, 2.200 obreros, 1.200 relojes diarios.
- Tremont y Cª, 1864; capital 15.000 duros (sólo existió cuatro años).
- Mariol y Cª, N. J. de los Estados Unidos, 1865; capital 500.000 duros (subsistió hasta 1874).
- Newark y Cª, N. J., 1865; capital 200.000 duros (sólo existió unos años).
- Springfiel y Cª, Illinois, 1873; capital 250.000 duros, 1.100 obreros, 500 relojes diarios.
- Rockford y Cª, 1874; capital 260.000 duros, 225 obreros, 100 relojes diarios.
- Springfield Hampden y Cª, 1877; capital 200.000 duros, 430 obreros, 150 relojes diarios;
- Lancaster y Cª, de Pensilvania, 1877; capital 250.000 duros, 300 obreros.
- Waterbury y Cª, de Connecticut, 1880; capital 400.000 duros, 390 obreros, 400 relojes diarios.
- Howard Roxbury y Cª, 1881; capital 250.000 duros, 100 obreros, 300 relojes al mes.
- Fredonia y Cª, V. Y.; capital 150.000 duros, 110 obreros.
- Colombo y Cª, 1882; capital 150.000 duros.
- Stevens y Cª, 1882; capital 100.000 duros.
- Aurora y Cª, 1883; capital 250.000 duros, 200 relojes diarios.
- New-Haven y Cª, 1883; capital 100.000 duros.
- Seth Tomás y Cª, 1883.
- Cheshire y Cª, 1883.
- Manhattan y Cª, 1884.

La fábrica de Waltham, que elegiremos como tipo, fue fundada en 1852 en Roxbury por Aaron L. Dennison y Eward Howard. Es la más importante de los Estados Unidos y del mundo entero, pero no se inauguró con buena suerte. Dos veces faltó el dinero, y al fin la fábrica, que había costado 250.000 duros, se vendió en pública subasta por 56.000 a M. Royal E. Robbins, que la trasladó a Waltham en 1857. Esta fábrica entregó el primer millón de relojes en veinticinco años, el segundo se terminó siete años después, en febrero de 1884, y el 24 de mayo de 1886 se concluyó el tercero, habiéndose rifado el reloj tres millones a beneficio de la asociación de los contramaestres de fábrica.

La fachada de este establecimiento mide 646 pies de longitud, y toda la fábrica ocupa cinco acres de terreno. 4.700 poleas, 10.600 pies de transmisión y 39.000 pies de correas funcionan por medio de una poderosa máquina de vapor de fuerza de 125 caballos.

Para el alumbrado de la fábrica se emplean doscientas lámparas eléctricas y tres mil quinientos mecheros de gas.

Todas las piezas del reloj se fabrican en Waltham, excepto los resortes y las cajas de oro, estas últimas se construyen en Nueva York.


En este taller se construían las cajas de los relojes. Obsérvese que la mayoría eran mujeres, y estaban tejiendo. Tiene su explicación: no nos referimos a las cajas que contenían el calibre del reloj, sino a las cajas en las que se vendían los Waltham (el "package", como se denomina ahora), que estaba hecho de tela, almohadillado, y acolchado. Adquirir un reloj era una experiencia especial, no venía en una simple cajita de cartón.


Para los tornillos se emplean treinta y cuatro máquinas automáticas, que dan de tres mil a cuatro mil cada día, y hay otra que corta a la vez cincuenta ruedas de escape.

En la fábrica hay veinticinco talleres distintos, los cuales tienen su director y se comunican, por medio del teléfono, con la oficina central.

La enormidad de las cifras que hemos apuntado debe causar asombro, y demuestra la extraordinaria extensión que las fábricas de relojería han alcanzando allende el Atlántico.


| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com




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4 comentarios:

  1. Apasionante retrato de una época. Me parece un agradable complemento a Casio, algo que amplía nuestros conocimientos relojeros.

    Precisamente tengo un Waltham de esa época y aprendí muchísimo investigando sobre ellos. Si me permitís lo dejo aquí:

    Waltham 1899.

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    Respuestas
    1. Veo que las cifras bailan un poco, a saber quién tendrá razón. Sin embargo en tu post pone que no adoptan su nombre hasta 1907, cuando es evidente que ya lo usaban bastante antes, al menos a fecha del documento de este reportaje.

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    2. La arqueología siempre es algo complicado. Me imagino que cuando la compañía se llamaba "Waltham Improvement Co. and Imp Co." en 1859 ya firmaban como Waltham.

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  2. Apasionante!!!, no tengo más que comentar.

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