Con un diseño extraído de la revolución industrial "a golpes de martillo" (Casio quiere inspirar en éstos modelos una imagen de robustez y fuerza), el fabricante japonés nos trae dos nuevos integrantes de su línea Edifice: los EFR-521D-7AV y los EFR-521D-1AV (fondo blanco el primero, fondo negro el segundo, es su única diferencia).
Si el EF-133 que vimos aquí el otro día te encantó, pero se te queda algo corto en funciones, estos modelos vienen a paliar ésa falta con tres subdiales dedicados a su cronógrafo, que es bastante generoso, por cierto: alcanza las doce horas.
El diseño sigue la estela de los EF-133 que ya os contamos: relojes hechos "de una pieza", que unen en un conjunto metálico (y dando un aspecto impresionante) tanto la caja como el brazalete. Ésta, además, posee una especie de cuatro agujeros, que desde lejos dan la sensación de remaches -aunque en realidad son un diseño de tornillos con cabeza Allen, algo simplemente estético-, a los lados, y un fondo con construcción en multicapa, con partes atornilladas (o simulando tornillos) y leyendas grabadas (como la del cronógrafo de 1/20).
La parte negativa es su cristal, no por su material (que, como os podéis imaginar, es mineral), sino por su forma, que es esférica (abobedada). No entiendo cómo Casio se empeña aún en éste tipo de cristales, son un desastre y estropean de lleno el estilo y formas del reloj.
Respecto a sus funciones, aparte del cronógrafo que os acabamos de comentar, destaca la ventana del número del día a las cuatro (y no a las tres, como es más habitual), y un taquímetro en el borde de la esfera. Su construcción es íntegramente en acero inoxidable, con brazalete de eslabones sólidos y cierre de tres pliegues y un toque, y su caja está cerrada a rosca.
La precisión de su módulo es de +/- 20 segundos por mes, y su pila, una SR927SW, ofrece energía hasta los tres años. Su peso es de 188 gramos, y su tamaño es de 54 X 44,4 X 12,6 mm.
| Redacción: Zona Casio
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