La existencia humana está plagada de fracasos y aciertos, y Casio como marca dirigida por humanos por supuesto no está exenta de ellos. Quizá sea porque han sido los modelos G-Shock los que han centrado durante muchos años los más grandes esfuerzos del fabricante nipón y porque han sido ellos quienes han disfrutado de más variedad sea que precisamente en esta submarca, en G-Shock, donde encontramos una serie de -digamoslo así- "imperfecciones" que podrían haberse corregido mejor o, al menos, haber requerido un esfuerzo y una atención por parte de Casio más concienzuda.
No vamos a mencionarlos aquí todos, porque algunos de ellos requerirían unos conocimientos de un determinado modelo en profundidad para saber quizá en qué y por qué los de Casio hicieron las cosas así, pero sí que vamos a prestarles la atención a algunos que no deberían, a nuestro entender, haberse producido.