Casio comercializa el W-217 a unos veinte euros, no es un precio rompedor porque, al fin y al cabo, es el mismo módulo que llevan tantos otros como los W-219, W-214, etc. etc., y que está basado en el de los F-91. Pero cuando les pone un armis, triplica ese precio y aquí tenemos como ejemplo un B650 en su variante "black" con recubrimiento negro (PVD, en realidad) a 50-60 € (o incluso más, depende del sitio). Fijaos que estamos hablando de la misma caja, del mismo módulo, del mismo reloj..., en donde solo cambia un armis. Por si fuera poco, no es un armis para tirar cohetes, se trata de un armis de chapas dobladas (láminas dobladas, si lo queréis ver así), y cierre deslizante que es lo más simple y sencillo que desde siempre se ha hecho en armis.
No sabemos muy bien a qué viene esa hilarante subida de precio, que no creáis que ocurre solo con este modelo, también nos pasa con los W-202 frente a los B640, F-91 frente a los A1000 o/y sus variantes a color (en este caso con subidas en torno a diez o veinte euros más solo por cambiarles el color de la caja). Es mucho más llamativo aún si tenemos en cuenta que Casio es especialista en resinas. Puede que sea incapaz de realizar cajas de metal, pero en resinas y acabados con poliuretano no les gana nadie.