Los relojes con caja roscada nos vienen de fábrica con un par de apriete determinado. Si, una vez abierto, lo cerramos con demasiada fuerza, corremos el riesgo de dañar la rosca o/y la junta de estanqueidad. Si hacemos lo contrario, y lo cerramos con poca fuerza, podemos poner en peligro el módulo, al dejar filtrarse la humedad o, más peligroso aún, hacer que con el uso se acabe aflojando y pueda llegar a desprenderse.
Pero, ¿cual es el apriete correcto? Depende de cada fabricante y modelo. Con la moda de las pelotas de goma para cerrar relojes, y esperpénticos inventos varios, lo más habitual es dejar el reloj demasiado flojo. A simple vista puede que no nos demos cuenta de la situación, pero una caja roscada mal cerrada es mucho más grave que un tornillo flojo, ya que el resto de tornillos en una trasera de ese tipo puede suplir, en parte, la deficiencia de uno, pero eso no ocurre con las cajas macizas con cierre a rosca.