Quizá apenas nos demos cuenta, pero desde hoy la oscuridad empieza a ganarle a la luz. Se produce el solsticio de verano y, con él, la cuenta atrás de la época estival. Cierto que quedan vacaciones, y muchas semanas por delante, pero de manera solapada, sucinta, subterfugiamente, la oscuridad se va adueñando de los días, el alba se retrasa, y el ocaso se adelanta.
Desde la primavera, en donde los días ganan luz y parece que la vida resurge y florece, se pasará imperceptiblemente al tiempo de la oscuridad, con los días más cortos, y las noches más largas.