
Con cosas así de Casio, uno se pregunta cómo no le van a relacionar con Al-Qaida. La verdad, hay ciertas formas de interpretar estos gestos por parte del fabricante japonés, pero si hay una línea que ninguno debería cruzar (ningún fabricante, queremos decir) es la de la política (nadie debería lanzar "oficialmente" un reloj del PP o del PSOE, por poner un ejemplo), otra que tampoco debería mezclarse es la de la religión. Me imagino que el mundo musulmán estará encantado con estos relojes, pero ¿le merece la pena a Casio? ¿Realmente es tan importante que un reloj señale la dirección de la meca?
Que me perdonen todos los que sean musulmanes, lo digo con todos mis respetos, pero no entiendo un reloj que te calcule la ubicación de la Qibla. No pocas personas ponen el grito en el cielo (probablemente con buena parte de razón) dudando de la utilidad de modelos que tienen, por ejemplo, Bluetooth, pero... ¿y éstos? ¿Qué sentido tienen?