Que se nos acaben los adjetivos para definir este reloj, es normal. Que sea uno de los mejores modelos del 30 aniversario de G-Shock, también. Que produzca una pasión desmedida, lógico. Que sea el culpable de que cientos de personas se hayan quedado sin dormir desde su aparición, esperando para adquirirlo, obvio.
Son muchos los aficionados que lo comparan con otros modelos de caja roscada de la serie 5x, es inevitable. Pero si dejamos de lado la excéntrica versión del GW-T5030, éste DW-5030C tiene algo que los demás no tienen: un recubrimiento iónico. Algunas personas argumentan (y no les falta razón), que de qué te sive un recubrimiento de iones (o mediante iones), si con el tiempo y las contiendas que sufra acabará rayado o destrozado. Es verdad, en algunos relojes. Pero se olvidan que en éste el recubrimiento va a quedar bajo el bezel de resina, protegido y a salvo de peligros. La parte que no estará exhibida será la inferior, la que estará en contacto con nuestra piel y, por eso mismo, tampoco estará expuesta. Es un pequeño pero importante detalle.