Muy interesante el anuncio de época de la Casio Mini, no solo por poder apreciar en un tamaño considerable el logo de la antigua Casio de los setenta, el cual solo de por sí nos transporta a otra época muy distinta a la que vemos hoy, sino por los "sabrosos" ejemplos de los usos de una calculadora que, en aquellos años setenta, nos ofrecían.
Ahora todo eso se ha visto reducido a un único aparato: el smartphone. Una pantalla en donde (si aciertas con la tecla y no tienes la vista cansada, ni cambias de pantalla sin querer o cierras la app al meterlo en el bolsillo, así como mil inconvenientes más de esos trastos de hoy, el más sambólico ejemplo de la sociedad actual) tienes todas las calculadoras que quieras a tu disposición. Claro que uno tiene tantas que nunca sabe cual usar y ninguna le agrada, saturación, hastío y lo que en mi tierra llaman "refalfio" en estado puro. Pero eso no ocurría antes. Tener un aparato de estos en el bolsillo era casi la gloria, y ojo, que únicamente podías contar con seis dígitos y las operaciones básicas de suma, resta, multiplicación y división. Nada de cambios de signo o raíces cuadradas, ni mucho menos funciones científicas como las potentes ClassWiz actuales.
Así y todo, los ejemplos que nos ponían en la publicidad de la añorada y bien recordada Casio Mini eran memorables. "Trabaja en cualquier sitio", como si fuera un HD, y nos ponen el ejemplo de un arquitecto (aparejador, contratista, o similar, como prefiráis) a pie de obra, comparándolo con "el antes" y "el después". Antes, era un señor con un bolígrafo y un papel, pero el "después" con la Casio Mini le cambia hasta el rostro.
También en el hogar la Casio Mini podía hacer mucho, en este caso por la economía doméstica. Vemos a una señora comprando productos, y tratando de averiguar cuál es el más asequible y le sale más a cuenta. En la imagen del "antes", la señora intenta dilucidar los precios, pero en el "después" con su Casio Mini en el supermercado puede calcular el coste en un instante. Yo nunca he visto una señora en estas lides, pero como ejemplo es chulo, hay que reonocerlo.
El otro ejemplo del oficinista está genial, reconozcámoslo. El detalle del reloj a su espalda, con el tiempo ahorrado si usase una calculadora, es para enmarcar. También la imagen que le ponen, un señor todo sudoroso, con la corbata desabrochada y en mangas de camisa, con la mesa llena de papeles y agobiado de trabajo. Casi podemos percibir su estrés. Sin embargo, con la Casio Mini le vemos con un par de papeles, y tecleando tan tranquilamente. Ni siquiera se ha "despeinado" - cosa que seguro veríamos, si tuviera pelo... -, y aún tiene su esmoquin impecable.
La penúltima imagen de ejemplo es la de "acelere el ritmo de sus conferencias", que bien podría servir también para reuniones. Allí vemos al conferenciante tratando de explicar a sus oyentes los cálculos de a saber qué tarea o fórmula. El detalle del señor rascándose la coronilla, como si no entendiera una puñeta de lo que le están tratando de explicar, admitámoslo, lo borda. Sin embargo el "después", con la Casio Mini, amigo..., eso lo cambia todo. El conferenciante les expone los cálculos y los realiza en un "pispas", y todos felices y contentos.
Y vamos a la última de las imágenes de ejemplo. El siempre sufrido y poco valorado padre de familia, que se ve obligado a hacer los cálculos para llegar a fin de mes, y que no da pie con bola. La regla de cálculo en su mesa para lidiar con sumas, restas y multiplicaciones, es un auxilio que no le ayuda en sus penurias. Su expresión lo dice todo. Pero con la Casio Mini a su lado las cosas son muy diferentes, puede resolver la economía familiar de manera rápida y sencilla.
Con todos estos ejemplos, a uno casi le dan ganas de echar a correr a comprarse una Casio Mini. O bueno, una de sus sucesoras más bien, que además de bonitas, ahora son como auténticas computadoras. Y para quien quiera recordar viejos tiempos, en la línea básica tiene opciones de sobra para elegir.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Ese tipo de publicidad tan artística me parece genial. Hay algo que no habéis comentado y es el fondo tan pop lleno de dígitos y de $, muy adecuado.
ResponderEliminarMe llama la atención la mujer del supermercado. Típicamente aparecían señoras mayores y esta parece una veinteañera. Qué expresivas las caras y las poses de todo, casi como si fueran actores de teatro acostumbrados a ello.
Me gusta este post tipo análisis publicitario.
¡Buenas! Me encanta vuestro blog ¿Estáis también en facebook e instagram para seguir actualizaciones? Un saludo.
ResponderEliminarEn la derecha tienes un enlace que se llama "Panel de redes sociales":
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En Facebook estábamos pero era insufrible, en Twitter durante un tiempo hasta que los de Twitter decidieron que para llevar una cuenta teníamos poco menos que hacer una instancia al gobierno de Trump. En Instagram aparte de que es también insufrible, casi siempre vía web está caído.
EliminarTe recomiendo que nos sigas por Telegram, como dice Guti en esa página tienes los enlaces. Solemos poner siempre las actualizaciones siempre en Telegram (y en breve esperamos en VK). ¡Gracias por tu interés!
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Es muy divertido, como bien dices, con 4 detalles a las personas pareciera que les ha cambiado la vida. La calculadora en si es una preciosidad. Antes las cosas si que parecía que valían lo que se pedía por ellas. Y por supuesto, esa calculadora elegida pasaba a formar parte de la família durante décadas. Y se guardaba y se cuidaba. Cuando era un niño, tenía suerte si mi padre me dejaba cacharrear con su Casio científica que era algo como del futuro. Por supuesto, aún la debe de tener.
ResponderEliminarQué recuerdos de esos LCDs de fósforo iluminado. El "Digitrón". Yo lo conocí y disfruté mucho de niño, menuda pasada y futurista que nos parecía eso. Pero en mi caso, con una preciosa CANON Palmtronic M8 que era de mi padre (y terminó siendo mía, claro xD).
ResponderEliminarLa CASIO Mini es una monada. Y no se consigue cara por la red por lo que he visto. ¿Tenéis alguna idea del por qué decidieran hacerla en formato apaisado?
La pena es que ahora ni de coña tienen las calculadoras una construcción así, ni siquiera entre las sencillas con menos operaciones. Es que ni siquiera hay algún modelo entre las marcas para diferenciarse. Y hay gente que gusta de estas cosillas y guiños (pero bien hechos).
Hace poco le compré pilas a una calculadora de bolsillo de finales de los '80 que fue un regalo promocional recuerdo, pero no tiene marca por ningún lado. Y rebuscando por la red a raíz de otra calculadora que compre de SHARP (de las de euro conversión y de plástico), y me salieron entre los resultados unos que me pusieron en alerta... es una SHARP Elsimate EL-838. Pero lo dicho, no tiene marca por ningún lado, ni siquiera dentro en la circuitería. Pero esa es la primera calculadora que usé años cuando aún de niños nos permitieron alguna calculadora sencilla... y sigue impecable, con su funda tipo cartera en vinilo marrón. Empecé llevándome la Canon, y algunas veces me llevaba, pero terminé llevándome más la pequeñaja y la CANON la dejaba más para casa. Y ya digo, está impecable, de teclado y todo.
Sin embargo, una CASIO SL-300 LU Solar que compró mi padre para el trabajo hará pues... sobre 20 años, gris claro, con el teclado de goma (como la inmensa mayoría de calculadoras básicas tienen hoy), y a pesar de ser la calculadora "Made in Japan", a pesar de no estar nada mal, ni inscripciones del teclado gris borradas, sí que se le nota más el tiempo y la tralla, y una ligera decoloración. Muy ligera, pero que la tiene. Y a la pequeña SHARP, se la soplan los años y todo, y a pesar de lo enanas y cuadradas de las teclas, que fue al colegio y demás (la cuidé bien, pero lo justo), lo dicho, es que se mantiene como nueva. Y eso que a pesar de su buen aspecto, a fin de cuentas salvando frontal y la trasera metálicas, el chasis de la calculadora en sí es de plástico gris claro, y tan delgadita como es. ¿Otros tiempos?