Segunda parte: el mejor reloj del universo conocido.
Cuando hace unos diez años iniciábamos la andadura de Zona Casio, solíamos traeros, mostraros y probar, relojes de lo más comunes y populares: W-59, W-720, W-800..., y por supuesto, el incombustible F-91. Luego, ciertamente, probamos "pesos pesados" de G-Shock: el G-9300 al poco de aparecer, el GD-350... Y varios de Pro Trek, auténticas referencias de esta marca, como el PRG-240, o más recientemente, el precioso PRT-B50 (además en su versión más espectacular, la naranja).
Pero a pesar de todo ello quién nos diría que, un día, diez años después ni más ni menos - tampoco nos hubiésemos creído que fuésemos a perdurar tanto tiempo online, sinceramente -, íbamos a tener la oportunidad de probar un modelo tan bestial, tan brutal, tan soberbio... Todo un "maquinón", como el que tenemos entre manos y que supone, además, una de las primeras y poquísimas unidades en llegar a Europa. Es, por lo tanto, una magnífica manera de celebrar este décimo aniversario, porque qué mejor forma para ello que hacer lo que mejor sabemos, y que es eso, hablar de Casio, sus modelos, y experimentar con y para vosotros los entresijos de sus relojes más representativos e importantes. Y obviamente por una larguísima lista de razones, el GSW-H1000 con Wear OS lo es.
No obstante empezaremos diciendo que con el GSW-H1000 tenemos un enorme problema: no sabemos por dónde empezar. Pocas veces me había ocurrido estar con un reloj tan abrumador, en donde lo que ofrece, su tecnología y sus especificaciones son tan numerosas, que o te pierdes, te saturas, o te cansas y lo dejas por imposible. Casi, casi, podríamos acabar antes por lo que no tiene, en lugar de meternos con todo lo que ofrece. Porque sea lo que sea lo que busques, quieras o necesites en un reloj, el GSW-H1000 te lo ofrece. ¿Un completo G-Shock convencional? El GSW-H1000 lo es. ¿Un smartwatch de última generación, y con lo mejor de lo mejor? El GSW-H1000 lo es. ¿Un diseño brutal, soberbio y radical? Por supuesto, también. Es ahí, en su aspecto a "armadillo", con ese diseño en panal de abeja y esas bonitas aberturas frontales para el micrófono, donde este modelo se caracteriza más como todo un G-Shock. Tiene la huella, el estilo, la identidad y la imagen de un G-Shock, de un genuino G-Shock, pero a la vez es moderno, sofisticado, futurista, y... ¡Madre mía! ¡Con una interfaz de usuario que parece sacada de un película de Star Wars (o de Star Trek, si lo preferís)!
Por una vez, eso sí, permitidnos que no hablemos de precios. Que solo nos dejemos llevar y soñar. No hablemos, por favor, de si estos GSW-H1000 cuestan más que otros smartwatch o menos que un IWC. No hablemos si tiene precio de lavadora o de coche de carreras. Dejemos eso de lado, y únicamente disfrutemos del reloj. ¿Por qué? Porque si bien aquí siempre hemos defendido a rabiar los relojes más humildes de Casio (ya hemos dicho muchas veces que ninguna marca ofrece tanto por tan poco), cuando tenemos lo último de lo último, lo más complejo y completo, el precio pasa a un segundo plano. Y no queremos decir que el GSW-H1000 debería costar lo que un F-91 para que todo el mundo pudiera pagarlo (ojalá, pero por desgracia ya sabéis que las cosas no son así en esta vida), ni que debería llevar tal o cual cosa, un armis de titanio o una caja de cerámica, aunque fuera cien veces más caro; no. Dejemos eso de lado para disfrutar plenamente de este reloj. Porque el GSW-H1000 es eso: un reloj para disfrutar.
Y es que, convendreís con nosotros que en este caso, si nos dejan subirnos a un Lamborghini Huracán y pilotarlo, no preguntamos el precio. Simplemente nos subimos y ya. Así que lo mismo con este GSW-H1000: no preguntamos nada, ni queremos saberlo ni lo necesitamos. Estamos a sus mandos, así que apretad conmigo el botón de "start", y vayamos a quemar rueda con él como si no existiera un mañana.
Para este G-Shock hubo que correr mucho
Y tanto. El GSW-H1000 no apareció de la noche a la mañana. No es un modelo que Casio haya lanzado a la ligera sin más. Ha tenido una evolución, una sólida base que lo refuerza y lo aploma para convertirlo en un producto de última generación pero con una robustez que no todos sus rivales pueden mostrar. El GSW-H1000 bebe de los WSD-F10, continuó en Pro Trek con los WSD-F20 y WSD-F30, para pasar luego por todas las fases previas: GPR-B1000, GBD-H1000, GSR-H1000... Y en la cúspide, finalmente, encontramos el GSW-H1000. Fijaros los pesos pesados que hemos mencionado, algunos de ellos en su momento fueron pioneros, bien sea por ofrecer recarga solar (GPR-B1000), o LCD doble (la familia WSD). Ahora, el GSW-H1000 recoge el testigo, y lo hace yendo un paso más allá, aunando lo mejor de un G-Shock "de pura cepa" (Rangeman GW-9400, G-Squad...), con múltiples sensores... Y lo último de lo último de un sistema operativo para smartwartches: el novísimo Wear OS. Ni más, ni menos.
Así, cuando quieras, tienes un reloj. Cuando quieras, tienes un G-Shock "para estrellarlo contra muros". Cuando quieras, tienes un Pro Trek "para subir montañas". Y cuando quieras... Tienes todo a la vez. Cuando se lo pidas, tienes un navegador. Cuando lo necesites, un entrenador, un monitor, un complejo sistema de notificaciones de tu vida online... Y si llega el caso, puedes cerrar, fundirlo a negro, y volver de nuevo a sentirte como si llevaras un modelo de digital convencional de los años ochenta. O noventa. O dos mil. Lo que prefieras. Es fantástico.
La mayoría de smartwatches de hoy te esclavizan, pero el GSW-H1000 no lo hace, te da mucha libertad. Y eso que a mí no es que me atrajeran especialmente estos aparatos, pero leer las reviews que de ellos ha hecho gente como Psicoac me hizo cambiar de opinión, verlos desde otra perspectiva. Y admitámoslo: es una frikada ir caminando por ahí con el reloj y decirle lo que quieres que haga o te muestre. Ese tipo de cosas es la que nos hacían soñar en el futuro, en la maravilla de la tecnología que nos encandilaba y prometía deslumbrarnos.
Historia y realidad
En 1939 los soldados comenzaron a adaptar los relojes de bolsillo, para ponerlos como relojes de pulsera y llevarlos consigo al frente. Era la última tecnología del momento, lo más innovador, lo más avanzado. Hoy muchos incautos aún creen que el reloj con el que se librarán las batallas del futuro seguirá siendo uno de aquellos obsoletos relojes de aviador o de buceo, pero las guerras del mañana se librarán con herramientas avanzadas, sofisticadas y complejas. Con materiales avanzados. Con lo último de lo último. Y en aquellos tiempos eran los relojes mecánicos. Hoy ya no. Los que controlan drones vía satélite y libran batallas en el ciberespacio llevan relojes como éste, porque modelos como este G-Shock son, no nos engañemos, los que llevarán los cuerpos de combate en un mundo hipertecnificado, y no esos artilugios de engranajes que se oxidan, les entra agua, o se magnetizan con el primer contacto con radares o potentes sónares.
No está mal recordar viejas batallitas con nuestro reloj inspirado en los de la Segunda Guerra Mundial, pero seamos honestos con nosotros mismos, seamos realistas: en aquellos años eso era lo último de lo último en tecnología, era lo más avanzado que tenían y, si hubieran podido, aquellos batallones de soldados y escuadrones aéreos de élite habrían elegido un GSW-H1000 en lugar de cualquier Hamilton, o cualquier otro reloj de dotación. ¿Por qué? Muy fácil: por cientos de razones. Precisión, ligereza, funcionalidad, polivalencia... Y lo más importante: resistencia al barro, polvo y golpes. Todo ello lo cumple a la perfección este GSW-H1000, diseñado por Casio con un exterior en donde se ha buscado una robustez ante las inclemencias del tiempo y el terreno sin paliativos ni concesiones. Como todo buen G-Shock.
Un T-34 estaba muy bien, era uno de los mejores tanques del momento, a mí me encantaban: treinta toneladas de puro acero ruso, blindado hasta los tuétanos. Pero admitámoslo: cualquiera de nosotros preferiría hoy estar dentro de un moderno M1 Abrams con blindaje reactivo, contra munición química, cinética y de penetración, y contramedidas electrónicas, más veloz, con más potencia de fuego y capacidad de respuesta, en lugar de en aquellas tumbas rodantes lentas, tóxicas y ruidosas.
Decir lo contrario es negar la evidencia. Es empeñarse en anclarse en un idílico pasado que nunca fue y que nunca será salvo en nuestra imaginación. Es negar que la IA nos controlará un día, y que en lugar de en papeles nuestros datos viajan - y se compran y se venden - por interminables bases estadísticas que pasan de mano en mano. Que nuestros rostros son escaneados por las cámaras en cada esquina, nuestro documento de identidad rastreado electrónicamente, ¡si hasta las matrículas de nuestros autos la leen desde distancias imposibles cámaras ultrasensibles, y al segundo siguiente transmiten toda nuestra ubicación, a dónde vamos y de dónde venimos, y todas nuestras deudas pendientes!
Esa es la tecnología de hoy. O te armas con ella, o eres víctima de ella. Tú elijes. Y si quieres armarte y usarla en tu beneficio, tendrás que aprender a usarla como en el siglo pasado los infelices soldados aprendían a darle cuerda a su reloj y a ponerlo en hora. No puedes salir del sistema: ya estás en el sistema. La cuestión más bien es, ¿de qué lado quieres estar? ¿Del que, cual hacker o cracker te mueves y te infiltras con las más avanzadas herramientas, o del que te vapulean y te manejan como una marioneta indefensa y analfabeta? Y para eso, para ese mundo que, lleno de retos, desequilibrios y desafíos se nos viene encima, es ideal este reloj. Que no es solo un reloj. Que es todo un centro de información y de estrategia en tu muñeca. Todo lo que necesitas llevar siempre contigo, tener siempre a mano.
Y quien diga lo contrario, simplemente se está engañando.
No para todos
Aún así, sin embargo sería absurdo ignorar el hecho de que este reloj no es para todo el mundo. No todas las personas van a reconocer las cualidades de este G-Shock, saber usarlas y valorarlas. Los hay que, simplemente, no están aún preparados para salir de su "Matrix", de sus clichés, de sus anclajes a viejos aparatos. Otros ya tienen demasiada edad, diríamos que "se les ha pasado el arroz", y no sabrían ni qué hacer con un reloj así. Ni siquiera sabrían cómo funciona, algunos ni cómo encenderlo. Les ocurre como a aquellos ancianos cuando llegó la televisión. Acostumbrados a la radio, decían que la tele estropearía a la juventud, la pervertería, y ellos no sabían ni cambiar de canal. O aquellos otros cuando llegaron los video-juegos, o cuando llegó Internet, vaticinando un mundo corrompido y miserable, con seres individualistas atrincherados tras sus PCs y ajenos a todo lo demás.
Siempre que una tecnología surge, se levantan voces discordantes, negacionistas y agoreros que predican el caos y el terror. Siempre ha ocurrido, incluso desde la aparición de la imprenta, perseguida durante siglos porque el conocimiento, que por primera vez podía estar al alcance de los más humildes - era habitual que sólo unos pocos privilegiados supieran leer y escribir -, sublevaría a la población, no preparada ni elegida para tal tecnología. Era mejor que siguieran siendo esclavos. Como burros de carga, para eso el plebeyo sí servía. Para el resto no, no tenía inteligencia, no sabría cómo usarla si la cultura les permitía expandir su mundo, traspasar sus fronteras, y razonar con su mente.
Hoy es la IA, a la que algunos culpan de hacernos sus esclavos a no mucho tardar, cuando nos está salvando la papeleta en el mundo de la medicina (ahí tenemos a las vacunas contra la COVID-19), o ayudando a personas discapacitadas con sus sintetizadores de voz o conexiones satelitales.
Con este tipo de relojes ocurre otro tanto de lo mismo. Lo hay tan negados, tan obcecados, que creen que los smartwatches acabarán con todo, destruirán a la relojería clásica y, si se tercia - añaden -, volverán a sus dueños gilipollas. Pero es todo lo contrario, son ellos que se han vuelto unos seres atrofiados, maniáticos, incapaces de digerir las novedades y los avances más recientes, los dispositivos más complejos que les sacan de sus casillas, y les descolocan. O, como se suele decir ahora, les empujan fuera de su "zona de confort".
Y obviamente smartwatches como éste GSW-H1000 lo hace, porque hay pocos aún que puedan estar a su altura. Simplemente, y tecnológicamente hablando, es lo mejor de lo mejor que tienen en Casio ahora, lo más avanzado, lo más sofisticado. Lo más complejo y completo.
Que nuestra preferencia o inclinación hacia el mundo del reloj más clásico no nos ciegue, pues. Un F-91 puede ser muy útil, pero no nos empeñemos en ir contra lo razonable y lo obvio: el GSW-H1000 lo es mucho más. Que no nos agrade pagar el precio (en forma de recargas, o de actualizaciones o interfaces más complejas) es otro cantar. Es como aquel que no quería los digitales porque tenía que comprarles pilas, o como el otro, que no quería un automóvil por miedo a que luego le gustase tanto que dejara a un lado su bicicleta y se vería obligado a gastar dinero en gasolina.
Pero es que, además, uno no tiene por qué ir en contra de lo otro. Lo mismo que llevamos a diario un W-59 y luego, cuando salimos de escapada al monte, nos ponemos un Pro Trek, puede ser perfectamente válido para este GSW-H1000. Cuando necesitamos sus funciones avanzadas, ponerlo y poder recurrir a él si lo necesitamos. Lo contrario sería como quien rechaza someterse a un tratamiento suficientemente probado y avalado científicamente, a cambio de irse a un charlatán que hace de chamán o curandero.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Muy buen artículo. He leído opiniones malas también. En todo caso para mi ZC es una fuente reputada, tanto con el reloj como sin el.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, para mi es una de las referencias absolutas para consultar cualquier Casio, entre las otras también hay alguna Bitácora...
EliminarY volviendo a ZC, es que tengo la sensación que no hay reloj del que no haya hablando porque buscando información en la red acerca de un modelo u otro, siempre acabas en un artículo de Zona Casio y es que además es de los más completos.
Gracias a los dos. Sobre encontrarnos en todas partes..., más bien creo que es que somos muy cansinos y llevamos tanto tiempo en esto que se quiera o no uno acaba tropezando con nosotros aunque no le apetezca, jaja!
EliminarSe agradecen este tipo de artículos, pero en mi caso, comparto y discrepo casi a partes iguales.
ResponderEliminarEs indudable que, un dispositivo así, se hace sumamente atractivo en el sentido de disponer de cuantos más datos, mediciones y posibilidades a tu alcance en la muñeca.
Pero....que pasaría si en no demasiado tiempo, comenzamos a sufrir un deterioro progresivo de agilidad, capacidades de su memoria, batería y todo aquello que sufrimos en cualquiera de nuestros dispositivos electrónicos modernos ?? Podríamos actualizar / subsanar dicho deterioro? Me temo que no...Para entonces, ya existiría ua nueva versión del modelo que nos obligase a un cambio con el consecuente gran desembolso ??
Honestamente..cada vez pienso que menos es más. Si casi hay alguna opción de mi GW-9400 que apenas uso, me temo que adquirir un reloj así acabaría siendo una mala inversión.
Y ojo, que yo me muevo por ámbitos Off Road, por así decirlo.
Y por ahora, toda la tralla que se está llevando mi Rangeman, la está aguantando sin inmutarse..plena batería, sol, barro e intemperie cada día...cada dia sincroniza sin falta..no puedo pedirle más.
Aún así, llevo tiempo con la tentación de uno de estos maquinones, pero siempre me acabo echando atrás, sobre todo por tener la muñeca pequeña y no verme con semejante paellero.No descarto nada, pero un poco de tiempo, a ver como evolucionan estos nuevos Super-G-shock.
Un saludo,
No te falta razón, Diego. Hay aspectos que a veces son un tanto incompatibles y difíciles de equilibrar: durabilidad con complejidad, funcionalidad con diseño...
EliminarClaro que cuando tienes un aparato de estos, casi te olvidas de todo ello. Luego claro, uno lo piensa friamente y ve que es más inteligente quizá otras opciones. Pero vamos, que G-Shock lo tenga en su catálogo creo que es un gran orgullo para la marca, aunque no sea el G-Shock que muchos quisieran ver.
I apologize in advance, I do not know English and Spanish, so I am writing through a translator.
ResponderEliminarI've been reading you since 2019 and this is the first time I think this is a paid promotional review.
you re-praise this smartwatch that stands out in 200 meters that no one wants - that's all.
And what we have:
1. wear os is bad. how many days of work? maximum 1.5-2 days? 3? Is this normal in your opinion for 2021?
2. a mineral stele in a $ 600 watch - seriously? Why not sapphire?!
3.they are very thick
4. there is no normal always in display.
What will they give a non-Casio fan? but nothing.
and now you know, you praise them so much that I really want to advise you to buy Huawei watch gt 2. see:
1.working time 14-20 days
2.sapphire crystal
3.Ceramic bezel
4.not thick
everything else, all sensors, pogrammes, gps and so on, they also have. but they cost about $ 200-300, not $ 600-800. They have also been released since 2019.
in short, the new smartwatch from Casio is a disappointment.
Pero, pero... ¡es tan cuqui! xD
Eliminar---
But, but... Is so cute! xD
Tengo relojes mecánicos, automáticos, a cuarzo, analógicos y digitales. Viejos y muy viejos, nuevos y no tan nuevos, incluso un pulsómetro exclusivamente para hacer deporte pero hasta ahora no he tenido un smartwatch.
ResponderEliminarCada vez lo veo más cercano ese momento, pero tengo claro que no me valdría uno cualquiera, no por ser sibarita o pijete en ese sentido, sino porque los veo faltos de personalidad... Huecos. Y no lo digo por ser smart sino porque buscas siempre que te transmita algo, que no sean clones...
Y aquí llega Casio, de momento poco a poco y con bestias como ésta. Espero que sea el punto de salida para una nueva gama de productos do de encontrar Wear Os en modelos más "populares" y nones una crítica al precio sino porque supondrá una normalización y democratización de la tecnología en Casio, a la que sí que creo que llega tarde.
Siempre he imaginado una pulsera inteligente Casio, ellos han empezado al revés...por arriba. Y lo cortés no quita lo valiente porque no debe significar que abandonen los modelos tradicionales, los digitales de toda la vida para entendernos, sino una nueva gama de productos para los nuevos tiempos.
Viendo las pantallas, la configuración y la construcción y aspecto del reloj, la verdad es que apetece mucho tener uno.
Enhorabuena por el reloj y muchas gracias por compartirlo con nosotros.
Menuda currada de poste te has metido... Estas hasta las trancas, perdidamente enamorado... Ya te veo aflojando los 700 pavos...
ResponderEliminarEso sí, el enamorado no ve defectos.
Por otro lado me alegro verte así porque hace mucho que no te veía tan impresionado con un reloj de Casio. Así que felicidades a nuestra marca favorita.
Por cierto, ¿Da la hora?.
"El enamorado no ve defectos", pues es una frase muy buena, y totalmente cierta además.
EliminarGracias Adan. Y sí, es verdad, hacía tiempo que Casio no me impresionaba tanto (positivamente hablando).
Lo único que no me agrada del poste es la falta de fotografías... Jajaja pareces mi madre con los nietos. Jajaja
ResponderEliminarUn abrazon
No me gusta nada, es decir el reloj me encanta, pero no sus funciones, pero conste, no pq no las valore ni pq le parezca mal el artículo (q es DPM), es q no me gusta ningún smartwatch y no oe saco partido, pero tmbn valoro q Casio los saque.
ResponderEliminarYo quiero un reloj para ver la hora y poco más
Por lo menos, entiendo que si mañana queda obsoleto, se van Google y Wear OS a tomar viento... sigue siendo prácticamente totalmente operativo. ¿Me equivoco?
ResponderEliminarY teniendo la capacidad de carga solar, etc... eso sí, que mejor no se le vaya la batería o acumulador que tenga (¿cuál de las dos cositas?). En caso de ser cambiado ¿es como en los Pro Trek o es más complicado como para tener que recurrir al SAT de CASIO???
En aspecto no me desagrada. Pero pinta a grande... bastante grande. Me costó un tiempo acostumbrarme al PRW-1500 que su porte tiene. Y con el AE-3000 ando ahí, ahí... me es cómodo en la mayoría de situaciones, en otras no puedo más que pensar que menuda paellera. Y ambos están al límite de de alto y ancho para mi muñeca.
Muy interesante tus reflexiones estimado ZC.
ResponderEliminarUn review muy bueno y agradable de leer como todos.
El reloj ... bueno no me repito, me gusta pero quiero ser lo más objetivo posible, además pienso que el "puntito" transgresor o "inconformista" siempre aporta si es objetivo y aquí creo que debemos serlo.
Me viene a la cabeza una frase de Joaquin Sabina a raíz del comentario de Adan del enamoramiento que en una de sus canciones dice "cuando le dije que la pasión por definición no puede durar ... como iba yo a saber ... que ella se iba a echar a llorar" ja,ja,ja ..
Es un muy buen reloj no cabe duda, aunque "con sus cosillas, que no repetiré, si bien me ha hecho gracia lo que he leido en una pantalla de "temporizador lavado de manos" ja,ja,ja ... En fin ...
Gracias ZC como siempre un placer leerte, un abrazo !!!
A mí me da la impresión que el autor jamás ha usado otros smartwatches con WearOS. Tanta adulación a un dispositivo con un sistema operativo tan común, que hace las mismas funciones que todos los demás (con algún añadido específico, y en una carcaza tamaño tractor, absurdamente gigante), me causa extrañeza.
ResponderEliminarWearOS no es la panacea. Todos los dispositivos con WearOS hacen básicamente lo mismo. Es igual que comparar celulares, todos son idénticos.
La batería le dura un día y medio, lo cual es un sacrilegio para un G-Shock, y a mi juicio lo descarta como un dispositivo útil para andar "off-road"; vaya, día y medio es ridículo aún en la ciudad. Queda claro que su mercado intentado son los corredores de parque, esos que creen que por tener amigos corredores ya son parte de un "squad".
Como reducción al absurdo, no hay nada que este reloj haga que mi celular no pueda, excepto los sensores biométricos, pero afortunadamente no necesito que un dispositivo me diga si mi corazón aún va latiendo... Y conste que lo digo como corredor y ciclista que de repente me doy mis vueltas a lugares "por aquí" a 50km de mi ciudad.
No sé, a cada quién lo suyo; dejando de lado las ventajas características de G-Shock (alta durabilidad, estética única), pienso que este dispositivo no aporta nada, muy al contrario de la ya molesta cantidad de artículos en este blog dedicados a este reloj, un día sí y al siguiente también. Ya vimos que le gustó mucho al autor, next por favor.
Está muy bonito, eso sí, me recuerda mucho a las armaduras en Mass Effect.
El reloj es precioso, pero lo de Google os. Lo que dices que se puede revertir a un modo básico, pero entonces no tienes GPS, notificaciones,etc...
ResponderEliminarTuve un gbd-100 y como comenté la usabilidad era horrible, pero muchos de los problemas los sigue teniendo el h1000, mientras que ahora tengo un Garmin instinc y es una maravilla como funciona lo de las notificaciones, los sensores,ABC, el GPS (se pone en hora con el), le dura la batería dos semanas y más en la versión solar... La única pega, que no es un g-shock, la estética es muy inferior.