RelojesDeModa.com

7.24.2020

Una marca de la que podías fiarte


Hace poco leía el terrorífico relato de un señor que adquirió su flamante ordenador por Amazon, y le llegó roto. La tienda se desentendió del asunto, y al final el pobre hombre se quedó sin dinero y sin su aparato. ¿Os imagináis que os ocurriese algo parecido? Supongo que, como él, muchos no tendríamos más opción que patalear y protestar, para al final comernos el marrón.

Ese tipo de cosas son cada vez más habituales en el comercio electrónico: estafas con productos que no te envían, que se extravían, que te llegan defectuosos, o rotos. Eso sin contar aquellos que se quedan en Correos o en la agencia de transporte de turno. Alguna de esas malas experiencias seguro que casi todos hemos pasado y, en muchas ocasiones, hemos tenido que tragarnos la compra y aguantarnos.




Sin embargo, hay algo - o al menos había - que casi siempre era una compra segura: un reloj de Casio. Se contaban por los dedos los relojes de Casio averiados, y era muy poco habitual encontrarte un Casio defectuoso. La misma marca testeaba con un estricto control de calidad cada reloj, asegurándose que salía en las mejores condiciones de la línea de producción, incluso los más baratos y simples. Sin embargo, con la problemática de los costes y la crisis del sector, se vieron obligados a ser más laxos en ese control de calidad, y a día de hoy han dejado de hacerlo.

Por otro lado, tenemos la dependencia del reloj de cada vez más dispositivos externos, aplicaciones, smartphones... Si tu reloj de Casio está en perfectas condiciones, puede que no te funcione de todas las maneras porque su app falla, o simplemente porque no va o no es compatible con tu nuevo smartphone. Son grandes riesgos que corren hoy en día los fabricantes, y grandes debilidades añadidas, que los relojes de antes, los tradicionales, no padecían. Y, como decimos aquí muchas veces, si un reloj de esos se queda sin su app, podrás hacer con él muy pocas cosas. En muchas ocasiones, ni siquiera podrás configurarlo bien.


¿Hacia dónde caminamos, pues? A que el reloj se convierta en un elemento más dentro de nuestras herramientas personales de conectividad, pero entonces, para eso ya disponemos del Apple Watch, que nos asegura que funcionará adecuadamente con todos los productos Apple (siempre y cuando estén actualizados y de versiones compatibles, todos sabemos lo especiales que son en Apple, y no es extraño que tu nuevo iPhone implique un nuevo Apple Watch, e incluso un nuevo ordenador..., pero es lo que muchos quieren, al parecer - y en Apple tan felices, por supuesto -). Que Casio no tenga ese "universo" de dispositivos supone que los riesgos de que algo no funcione sean muy elevados. De que algo falle, y de que nuestra experiencia con sus relojes no sea tan gratificante como antaño.

¿Hasta dónde estará el cliente dispuesto a llegar? Mientras los vendan, Casio seguirá con sus relojes "inteligentes" hasta donde el público los demande, con todos los riesgos que ello implica. Y por supuesto, también las demás marcas. Si todos se muestran contentos y felices, y adquieren en masa esos relojes que hay que recargar cada día y cambiar su batería (o en el peor de los casos, sustituir el reloj entero) cada año, o esas asquerosas pulseritas que tienes que toquetear para que se pueda ver hasta la hora (con el riesgo que eso implica ahora de contagio), y que si se te deteriora la correa no le puedes poner ninguna otra salvo la que su fabricante decida (porque va todo unido), pues eso es lo que nos seguirán vendiendo.


Cada vez somos los menos, lo veo cada día, quienes buscamos y defendemos "otras cosas". Es la moda y, como decía alguien no hace mucho, "no puedes llevarles la contraria a millones de personas".

Por el momento, la mayoría de los relojes de Casio, clásicos, digitales tradicionales y analógicos simples, siguen ofreciendo una gran calidad, cuanto menos muy superior a muchos de esos dispositivos que vemos hoy día. Pero, ¿hasta cuándo esto será así? ¿Y hasta cuándo podrá seguir Casio luchando contra corriente?


| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com

3 comentarios:

  1. El servicio al cliente y la confianza siempre han sido valores importantes. Muchos vendedores han tratado de dar gato por liebre desde siempre. Lo malo, y triste es el caso de Casio.

    Conozco de primera mano sus problemas de diseño con el GPR-B1000, las etiquetas invertidas en los A159, los fallos en su software, display invertidos ilegibles... Fallos que intentan hacer pagar al consumidor, y que antaño era completamente distinto.

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  2. Sólo tuve un problema en una compra por internet, sin embargo, una vez das el dinero en tienda física olvídate de recuperarlo ocurre lo que ocurra, por eso jamás compro en tienda

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  3. Desde los 5 años uso Casio y nunca he tenido problema con ningúna pieza. El modelo que tuve más cercano a lo que se describe aquí fue el GDD800. No tenía ni un solo problema y conectaba muy bien y rápido con mi teléfono, sin embargo no me daba la sensación de ser un reloj resistente por el hecho de llevar BlueTooth. Solo lo tuve unas 2 semanas y lo vendí. Me ayudó de experiencia para saber que no me gustan eso relojes y para descartar cualquier otro casio (solo uso casio) que se tenga que sincronizar con el teléfono. Me sorprende lo mucho que me gusta un simple DBC32, DB36, CA53, DW5600E, etc. Que no necesitan ninguna app. Me encantan esas pantallas tan típicas de Casio. Al menos para mí, con un DBC32 y un G shock tengo de sobra.

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