La "navaja suiza" que son los Pro Trek en el mundo de la relojería, se actualiza con un nuevo miembro realmente interesante. Se trata del PRG-250BD (PRG-250BD-1 en esta versión), que entre sus peculiaridades destaca la introducción de un nuevo brazalete de acero inoxidable con una finalización iónica negra (PVD). De esta forma, podemos tener un Pro Trek con pulsera a un precio contenido y con la resistencia, durabilidad y demás virtudes de este tipo de brazaletes.
El punto negativo de todo ésto es el peso, como supondrás, pero tampoco se han excedido: su peso se queda únicamente en unos 154 gramos, gracias a que su caja es de resina. Pero mantiene una virtud en la caja: y es el bisel metálico, es decir, de aluminio, que también colabora a su ligero peso y el cual mejora notablemente los biseles de plástico que montaban otros modelos de Pro Trek.
Por si todo ello fuera poco, su tecnología es Tough Solar, e incluye todo lo que se puede esperar de un reloj de esta envergadura: resistencia a las bajas temperaturas, sensor triple (brújula, barómetro con termómetro y altímetro), cristal mineral, resistencia al agua hasta los 200 metros, iluminación EL (y que es de duración seleccionable y con función "afterglow"), y un módulo de reloj de lo más útil en digital (con lectura horaria en todos los modos y con cinco alarmas).
Además, posee gráfico de mareas (Tide Graph), y edad lunar (con gráfico de fases incluído). Su calendario viene automatizado hasta el año 2099.
La precisión de su módulo es de +/- 15 segundos por mes, y su acumulador (con función PS activada) puede permanecer sin recargarse hasta nada menos que 23 meses.
El tamaño del reloj es de 56,3 X 50,6 X 15 mm.
| Redacción: Zona Casio
hola a todos, solo una pregunta el recubrimiento de la correa en negro, ¿puede degradarse con el tiempo, y perder este acabado en negro tan elegante?
ResponderEliminarAparte de su indudable mejora estética, los recubrimientos de PVD se utilizan también para eso, para mejorar la resistencia del metal que cubren. Existen diferentes tipos de grosores en el recubrimiento, y también diferentes técnicas de aplicación (IBAD, spray...). El recubrimiento protege al metal de arañazos, desgaste, e incluso de agentes corrosivos. El PVD no se decolora ni se pierde con el tiempo (el buen PVD), pero si se producen arañazos profundos en la superficie que alcancen el metal, puede deteriorarse éste.
ResponderEliminarComo todo, tiene su parte negativa y positiva, pero si te refieres a desgastarlo con el tiempo como si fuera una pintura,realmente no (o, al menos, habría que darle un trato realmente duro para hacerlo y llegar al sustrato), ya que es un recubrimiento iónico.