Decíamos en un reportaje anterior sobre el PRT-B50, que ese era un reloj básicamente de exploración. Y aunque la mayoría de personas relacionan Pro Trek con el aire libre y la naturaleza en su estado más salvaje - lo cual es obviamente lógico -, también tienen estos relojes muy buenas cualidades a la hora de pelear y desenvolverse en otro tipo de jungla: la urbana.
Cuando no existían navegadores GPS, ni conexiones Wi-fi, ni los smartphones que tenemos ahora, hace no tantos años, el único "navegador" que teníamos para orientarnos entre las calles de las grandes ciudades era una brújula. Los Pro Trek de los noventa, como los de hoy, nos resultan un instrumento de mucho valor en esas situaciones en las que no podemos recurrir al GPS, ni orientarnos con mapas de Google.