Cuando uno se encuentra con modelos como este A100, no puede menos que reconocer el qué bien lo hace Casio en estos relojes. Es ahí, digámoslo claramente, donde se encuentra su fuerte, y donde siempre fue insuperable. Y el A100 es un buen ejemplo de ello. Empezando por su packaging: nos encanta el packaging de estos modelos de la serie Vintage. Ya lo decíamos con ocasión del espectacular B650 que probamos en su día, que se ha convertido en todo un "sueño dorado" tras su aparición en películas y novelas, y cuyo acabado negro es toda una delicia. El que llegue a tus manos este tipo de relojes, y la grata experiencia que dejan cuando ves su atractivo packaging y sus acabados es, desde cualquier punto de vista, maravillosa.
En este caso en concreto estamos hablando, como veis, de un modelo que ha supuesto el reencuentro de Casio con sus orígenes, el A100 que se inspira -ahí es nada- en el legendario, mítico y asombroso F-100 de finales de los años setenta.