Durante este tiempo sin conexión he prestado atención a detalles que a veces pasan desapercibidos. Uno de ellos ha sido un tanto imprevisto. Acostumbrado a visitar con asiduidad las páginas de los relojes de Casio solo "para disfrutar" de sus modelos, durante dos semanas no he podido hacerlo. Cierto que esporádicamente uno puede conectarse a Internet "por ahí" (si se vive en una gran ciudad, al menos), pero como mi móvil es antiguo, y las páginas de Casio se han rediseñado y desde hace unos meses son pesadísimas e insufribles de navegar (y no hablemos ya si tienes conexiones lentas), acceder a ellas para consultar un simple reloj agota la paciencia de cualquiera.
Pero he aquí que entre las páginas que en el maravilloso navegador de Opera en J2ME yo llevaba almacenadas (por cierto, es uno de los pocos navegadores que te permite descargar su APK para Android sin tener que entrar en la desastrosa tienda de Play de Google), por casualidad tenía una de un reloj de Casio.