Ayer, ojeando una revista antigua, de octubre de 1984 en concreto, y al lado de una interesante prueba de un precioso Opel Kadett GSi (de los GSi "de los de antes", de aquella época en que los coches eran agresivos de verdad, no como ahora que GSi y GTi no es más que un nivel de acabado, y puedes elegirlo con el motor que quieras, incluso diésel si te parece) venía un anuncio de las nuevas calculadoras de Casio para el curso 84/85. Sí, ha llovido. Por aquellos años el curso - como ahora en España - comenzaba a mediados de septiembre, pero los niveles superiores de instituto (BUP y carreras profesionales como F. P.) no lo hacían hasta octubre, de ahí que Casio decidiera incluir anuncios en las revistas de la época en el mes de octubre. Porque, como veis, hacen mención a sus calculadoras científicas (las "normales" casi estaban prohibidas aún en los niveles anteriores de estudio).
Que un alumno de aquellos institutos tuviera una de estas calculadoras no era algo baladí. De hecho, los centros educativos de ese tipo sufrían una escasez de material enorme, que arrastraban desde años atrás. Tanto es así que algunos centros se veían obligados a retrasar su inicio de clases y otros, incluso, a no poder abrir por falta no solo de material, sino de profesores. Otra curiosidad es que algunos centros de enseñanzas medias no empezaron a ser mixtos hasta los años ochenta, a pesar de que la Ley General de Educación Básica (E.G.B.) ya llevaba casi un lustro en marcha.