Seguro que muchos de vosotros tenéis esa sensibilidad, una predilección especial por cierta combinación de colores para vuestro reloj. A mí hay una que me encanta, es la de amarillo con el negro (o reloj negro con detalles amarillos y blancos, para ser más explícito).
Eran habituales, históricamente, diferentes combinaciones de colores para un reloj, partiendo de la que solía ser estándar (rojo, azul y blanco, ya hablamos de eso en muchas ocasiones en este blog), pero los detalles en amarillo no eran demasiado comunes (no confundir con las variantes doradas, que de esas sí que históricamente existieron muchas).