
Para la vista poco experta en relojería, éstos modelos que ves no son más que simples relojes analógicos sin más misterio. Para los que entienden un poco, sus virtudes empiezan a resultar evidentes: recubrimiento PVD parcial, resistentes al agua hasta nada menos que los cien metros, ventana para el número del día, y recubrimiento en las agujas y las marcas horarias de Neo-Bright (brillan en la oscuridad). Pero acércate un poco más... en efecto, ¡son Edifice analógicos con tecnología solar!
A su impresionante precisión (nada más y nada menos que +/- 20 segundos por mes) se une una célula solar que cubre todo el fondo del reloj, y que, gracias a su acumulador, lo mantiene en funcionamiento (desde plena carga) hasta cinco meses.