Durante los años 90 Casio lanzó una serie de relojes con sensores, destinados a una clientela cada vez más exigente. Eran los modelos DEP (DEP-600, DEP-700, DEP-610...), también conocidos como SPF en otros lugares ("Sea PathFinder"), que incluían variantes con cajas macizas de metal en titanio, o en acero inoxidable. Podrían considerarse los predecesores de los actuales Rangeman y Frogman, pero a pesar del avance de la tecnología y del paso de los años, ninguno de los modelos actuales no ha conseguido superarles. ¿Qué ha cambiado en estos años para que esto no ocurriera?
Lo primero que ha cambiado, y lo principal, es una filosofía de Casio encaminada a satisfacer el estilo y la apariencia en lugar de ofrecer máquinas serias y profesionales. La amplísima presencia de displays invertidos, de formas y colores es un buen indicativo de ello.