"Le voiture" se dice en francés "coche". Y de coches precisamente vamos a hablar. Coches y relojes, como indica el título. El Casio F-91 podría ser perfectamente el Renault 5, que fue uno de los utilitarios más famosos y comunes en Francia, y en realidad en toda Europa. Aunque los franceses, curiosamente, lo llamaban "le car".
No obstante si miramos hacia la paupérrima España, aquí el F-91 de los coches debería ser el Seat 600, clónico de los Fiat 500 que, dicen algunos -y aseguran los de Seat, claro-, democratizaron las carreteras y permitió a los españoles de entonces viajar en algo que tuviese motor y cuatro ruedas.