Es un hecho curioso que en bastantes ocasiones me ha hecho pensar. Las marcas suelen dedicar sesudos estudios y enormes cantidades de dinero invirtiendo en diseños, supuestamente, "femeninos", con complejos mecanismos miniaturizados (conviene recordar que si los relojes de caballero ya tienen complicados circuitos o maquinaria minúsculos de por sí, para incorporarlos a una caja de reloj de mujer, la complicación es aún mayor). Y, sin embargo, muchas féminas se decantan por modelos de hombre.
Marcas como Casio debieron de darse cuenta de esto hace mucho tiempo, y es por ello que tiene una línea "unisex". Pero, no obstante, las diferencias (de estilo, colores y, sobre todo, dimensiones) están ahí. Es llamativo que a las mujeres le gusten los relojes de hombres, y que muchas de ellas crean que un determinado modelo de reloj no tiene variante femenina. Lo traten, en suma, como un "unisex".
