Curiosos y muy llamativos estos nuevos BEM-310, con una caja que posee un curioso acabado "vintage", envejecido, como si hubieran sido moldeados con una pieza de maquinaria, un trozo de acero sólido extraído de cualquier vieja locomotora. A ello colabora las aristas de su bisel (que no es redondo, sino que posee doce lados -dodecágono-), aunque Casio lo define como bisel "multicara".
La caja va atornillada en su parte trasera, y el cristal es mineral. La construcción de dicha caja es íntegramente de metal (acero inoxidable) y Casio no habla en ningún momento de que su pintura sea con tratamiento PVD, así que es fácil entender que, o va pintada, o va ahumada -algo que es realmente muy improbable- o realmente han hecho una determinada aleación con el acero en sí para darle ese aspecto final. Para cerciosarse de ello sería necesario tener el reloj en las manos, aunque me atrevería a decir que es un pintado. Esto tiene su parte positiva, y también su negativa. Empezando por esto último, el peligro más que evidente de que este bonito acabado se vaya con el tiempo. La parte positiva es que no tendremos que preocuparnos de cuidar a que no se exponga el metal latente por debajo de dicha capa, ya que no se debilitaría ante el óxido ni provocaría alergias. En suma, que todos los detractores del PVD admirarán entonces este tipo de acabado.
