El desconocimiento -aún- en torno a las calculadoras de Casio

Una calculadora forma parte del día a día de cualquier alumno de matemáticas, como un libro de texto. Imagen: Zona Casio

Hace poco tuve ocasión de estar en una de las pruebas de matemáticas que se celebran, de cuando en cuando, por todas las regiones de España. Como cualquiera puede presentarse, decidí hacerlo porque quería un poco conocer mi nivel y, de paso, enfrentarme a ejercicios matemáticos fuera de los que habitualmente suelo hacer.

Antes de comenzar sacamos nuestras calculadoras. Para esa ocasión llevé la mejor y más completa calculadora que permitían: mi potente fx-570 de ClassWiz. Todo parecía ir bien hasta que empecé a notar cierto revuelo unos pupitres por delante del mío.



Aún hay profesores que sienten animadversión por las calculadoras, temen que usarla sea peligroso, porque precisamente ellos mismos no saben usarla y les tienen miedo. Imagen: Zona Casio

Resultó que una chica tenía problemas con su calculadora. La reconocí de inmediato: era una Casio ClassWiz de esas de edición especial, una fx-82SPX con un llamativo exterior azul. Quizá por los nervios, o porque no estaba acostumbrada a ese tipo de calculadoras, la chica quería poner su calculadora con el modo decimal, y no el fraccionario que, por defecto, suelen traer de fábrica las ClassWiz. Llamaron a una de las profesoras, luego a otro profesor, hasta reunirse en torno a ella un "selecto" grupo de maestros. Todos tratando de lidiar y de entender aquel "trasto complejísimo y raro". Finalmente, apareció por la puerta una de las profesoras de matemáticas más joven, una chica de melena larga que, al verla, todos giraron la cabeza hacia ella. Una de las compañeras que iban conmigo me susurró: "¡es la profe!".

Al parecer, aquella chica era "la bestia" en matemáticas. Vamos, lo más. El resto de profesores le hicieron hueco, la miraron con alivio al ver que acudía ella a rescatarlos y que no se quedarían en mal lugar y teniendo que reconocer que, profesores especializados en esas materias como eran, y no sabían manejar una puñetera calculadora.


Resulta esperpéntico que muchos profesores y alumnos sepan manejar las apps más complejas de vídeo y de entretenimiento de sus smartphones, y no sepan usar una simple calculadora científica. Imagen: Zona Casio

La recién llegada cogió la calculadora de estridente azul, y dio dos pasos hacia atrás para "estudiar el caso" con calma. Reconozco que mientras todo eso pasaba a mí me estaba hirviendo la sangre. Me daban ganas de levantarme, saltar, irme hacia ellos y cogiendo la calculadora decir: "¡Traed para acá!". Entrar en el menú de configuración y cambiarle a aquella chavala el formato de presentación. Lo había hecho cientos de veces en las calculadoras de los estudiantes de matemáticas con los que a veces hacía y compartíamos ejercicios. Pero me contuve. No quería ir de "sobrado". Yo estaba allí para otras cosas, así que mejor dejara de hacer estupideces y me quedara con la boca cerrada.

Finalmente parecía aliviarse la situación. La famosa y admirada profesora de matemáticas, la chica que no debía llegar a la treintena, regresó junto a la participante y dijo como excusa: "la calculadora está bien, es un formato diferente, pero es porque es muy moderna". Y remató, casi echándole la culpa a la aspirante: "¡No sé por qué traéis calculadoras tan complejas!".


Algunas calculadoras son para ciertos profesores de matemáticas como el panel de instrumentos de una nave interestelar. Imagen: Zona Casio

¡¡Venga ya!! Me dieron ganas de que me tragase la tierra. ¡Estaba diciendo que una de las más básicas ClassWiz era compleja! ¡¡No sabían cómo cambiarle el formato de presentación de los resultados!! Me creí morir. La aspirante agachó su cabeza, avergonzada por llevar tan exótico elemento a ese tipo de pruebas. Y el examen comenzó.

Me di cuenta de lo lejos, lejísimos que está el profesorado en general, incluso el de nueva generación (porque los profesores más ancianos es comprensible, ya que para ellos esa tecnología es totalmente extraña), aún con las calculadoras. Que una profesora de matemáticas no sepa configurar bien una simple y sencilla fx-82, es inaudito. Sí, cierto, podría haber salido yo y dejar a la profesora avergonzada y en mal lugar, decir: "¡esto es así, así y así, boba!", pero precisamente por eso no lo hice. Sin embargo es lamentable que en estos tiempos de smartphones, de complejos frameworks y de complicadas herramientas informáticas con las que los estudiantes van a tener que lidiar al final de sus carreras, las y los profesores que se encargan de impartirles esas asignaturas no sepan ni manejar una sencilla ClassWiz y, dentro de ellas, de la variante más básica. ¡Cuánto nos queda por recorrer en este aspecto! Creo de hecho que, a los profesores de matemáticas, antes de darles la titulación, deberían hacerles pasar obligatoriamente un test de conocimientos de calculadora, porque sino luego nos encontramos casos tan indignantes como éste, o como otros que también han ocurrido recientemente.


El profesorado no debería estar obligado a conocer todos los modelos de calculadora del mercado, pero sí saber al menos el funcionamiento de las variantes que se permiten en cada examen. Es tan básico como saber sumar y restar. Imagen: Zona Casio

| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com

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