Que los relojes están de capa caída es de conocimiento público. Que ya casi nadie usa reloj (otra cuestión son los smartwatches), es algo tan fácil de comprobar como salir a la calle y verle los brazos a la gente. Que la relojería, tal como la conocimos, está en las últimas es algo que resulta más que evidente. Incluso que Casio está dando sus últimos estertores para convertirse en una marca "premium" dedicada al lujo queda bien demostrado solo con ver sus nuevos portales web, convertidos en tienda y en donde los modelos de Collection o han desaparecido, o se han reducido al ridículo.
Eso trae consigo que claro, todo lo que gira en torno a su alrededor también se vea afectado: cierran tiendas, foros y portales web a mansalva, cierran relojerías de barrio y ferias relojeras, e incluso a nivel educativo ha desaparecido, en una de las últimas reformas de la F. P., la profesión (y el título y especialidad) de "relojero". Ser hoy un relojero es como ser un artesano de las alpargatas: una profesión en vías de absoluta, radical y total extinción.
En esto, pese a quien pese y por mucho que nos duela, solo quedamos cuatro gatos mal contados, que no quieren cambiar y hacer la transición bien porque no les queda más remedio (porque trabajan en el sector y es lo que tienen) o bien, como es nuestro caso, porque ya se les ha pasado el arroz hace mucho y es demasiado tarde para reformarse o reconvertirse en nada.
En cierto sentido tenemos mucho de parecido con esos antiguos trabajadores de astilleros, cerrados con la reconversión naval propulsada a principios de los ochenta por el entonces presidente Felipe González, que no tenían a dónde ir y se vieron de la noche a la mañana sin empleo, con los brazos colgando, y sin saber hacer otra cosa. Nuestra historia, la historia que ahora estamos padeciendo todos y cada uno de los aficionados de Casio (exceptuando a los aficionados a G-Shock y sus premium), parece el guión calcado y fue bien reflejada en películas como "Los lunes al sol", o del tipo "Full monty". Solo tendríamos que cambiar la palabra "desempleo" por la de "relojería" (o "Casio", para nosotros), y contaría con pelos y señales lo que estamos presenciando en la actualidad.
No quiero ser catastrofista, pero os cuento a qué viene todo esto. Veréis, desde hace un tiempo a esta parte mantenemos los de aquí unas interesantísimas conversaciones con Guti sobre lo poco que, materialmente hablando, obtienes por estar más horas incluso que las de una jornada laboral dedicándote a estos menesteres, o sea, a hablar de relojes. Sí, es cierto que podemos tener miles de seguidores (en el último mes Zona Casio llegó a las casi 350.000 impresiones..., ¡eso es más que los habitantes de la capital de la provincia desde la que os escribo!), pero excepto aplausos, dolores de cabeza, molestias y un sin fin de compromisos, ganamos con ellos cero coma cero cero cero cero...
Como aquí hemos tenido (y mantenemos aún) varias publicaciones de diferentes temáticas, os puedo decir que se gana más escribiendo un post a la semana o cada quince días de literatura, que escribiendo de relojes o de Casio concienzudamente cada día y haciendo reviews y análisis complejos y profundos. De hecho, de relojes y de Casio apenas sacas nada, mientras que donaciones o colaboraciones en literatura tenemos un montón. Por ello es que últimamente no es que nos hayamos muerto, sino que la mayoría de las veces dedicamos el tiempo a temas literarios, donde hay más interés y consigues más cosas, que a los relojes de Casio. No solo eso, las firmas del sector se involucran más y son más participativas (hace poco cerramos una colaboración con la multinacional italiana Fila, fabricante de productos de papelería, sin ir más lejos), mientras que cuando hablas de relojes encima de poner de tu tiempo, lo más habitual es que te pongan trabas sobre todo lo que hagas.
Entiendo que esto es debido a que la propia marca, en este caso Casio, lo está pasando muy mal, y su presión se nota y se palpa en el ambiente. Claro que la situación internacional no ayuda en nada, pero oye, todos la estamos sufriendo, y muchas multinacionales también, y siguen con más empeño aún que antes. El mundo del motor es otro de los grandes afectados, y sin embargo hay eventos multitudinarios, lanzamientos increíbles y fastuosas presentaciones.
Pero si la respuesta es, como en Casio, cerrar filas, pasarse a relojes elitistas y subir precios, dejando a un lado sus interesantes modelos de antaño, es lógico que se acabe perdiendo el interés en ella.
Por supuesto aquí no vamos a dejar de apostar por Casio, incluso con podcasts (que, por cierto, están teniendo un éxito en descargas y oyentes increíble), lo malo es que los que dejan de apostar por Casio son ellos mismos. Si lo único que tienen para aportar son biseles octogonales imitación de un reloj de otra marca suiza, apaga y vámonos. Me da pena, me da lástima, pero cada maestrillo tiene su librillo y ellos sabrán lo que hacen. Lo que es cierto es que cada vez veo con más claridad que la cuerda de este reloj ya se está acabando (o más propio en este caso: su pila ya se está agotando), y que no queda mucho más de lo que vemos. Así que disfruta de lo bailado, y hasta aquí hemos llegado. A partir de ahora, a vivir de rentas, o sea: de los Casio de antaño que, como los viejecitos, se quedarán para nuestro recuerdo. Y este sitio, pues acabará convirtiéndose en un "hogar de pensionistas", o en el bar de barrio donde se reunían los parados en el largometraje de "Los lunes al sol" que os contábamos al principio, a rumiar sus penas y compatir sus añoranzas y recuerdos. Es lo que queda. Es lo que hay.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Para ponerlo en contexto, fijaros lo que estáis diciendo. De todos es sabido que la literatura está mal pagada, que es imposible vivir de ella. Pues así es, una web es todavía peor que eso. Si nos quejamos de trabajos precarios, ahí tenéis uno de los que más. Y no me extraña que las webs decidan cobrar por sus contenidos, porque solo considerando que cada una de esas visitas hubiera dado un céntimo, sólo un céntimo nada más, serían 3.500€. Una cantidad que sin duda pagaría el esfuerzo. Sin embargo, 350€, 35€, o incluso 3,5€, no lo pagan.
ResponderEliminarLa relojería está de capa caía, y en eso sí que Casio lleva la delantera, es decir, está más caído que sus rivales. Sí veo brotes verdes con algunos jóvenes que vuelven a llevar reloj, tal vez un Seiko o un Orient. Algo es algo.
Así es. Es que si miras costes/beneficios da pena lo que hacemos, tío... :D
EliminarBuenas tardes ZC y resto de participantes.
ResponderEliminarTiene usted razón, y tal vez el declive de Casio sea nuestro propio reflejo de un tiempo pasado "que no ha de retornar".
Lo hemos hablado con Javier (Guti) muchas veces, la relojería como objeto de consumo por la población ha pasado a mejor vida.
Casio ya las pasó canutas en su día le salvó GS en EEUU, les salvo la moda retro... pero creo que ahora no le salvará una cazadora vaquera y uno jeans.
Que pasen una feliz tarde y semana Santa.
Fdo. Sergi
Tienes mucha razón Sergi.
EliminarYo creo que los retos están para superarse. Ahora bien, si superarse en Casio es convertirse en Rolex, pues oye, yo no me veo. No sé.
Otras marcas están experimentando otras cosas, otras marcas están vendiendo smartbands a todo trapo, Garmin está triunfando en relojes deportivos, y como menciona Guti, otras están aprovechando el tirón de la moda de lo mecánico para hacer sus cosas. Casio ha elegido otro camino, pero a costa de lo poco bueno que tenía, eso es lo que menos me gusta.
Es un tema del que queria hablar y hablaré en breve... Muy importante todo esto. Bien por ZC
ResponderEliminarAlgo que aprendí aquí es: Entre más relojes se tenga, menos se disfruta de ellos. Venderé varios de los que tengo, porque sencillamente, ya no representan nada para mí y si representan una carga. Me quedaré con ese deportivo STL-S100H que tanto disfruto, no es muy costoso pero si es bastante útil, es una lástima que también esté descontinuado, pese a que todavía circulen ejemplares de él. Da tristeza tener tantos relojes, para al final darte cuenta que solamente disfrutas de uno o dos de ellos.
ResponderEliminarPese a la crisis de Casio, algo que no cambiará en mi vida seguramente es la afición por el reloj digital. Los smartwatches son ya molestos por definición, ¿GPS, ritmo cardíaco, conexión a móvil exclusiva? Pura basura. ¿El análogo? Sobrevalorado, si le planteara un uso como el que le doy a los digitales, acabaría desgastado. Es una lástima haberse sumergido en el mundo de la relojería Casio tan tarde... muchos de sus relojes atractivos ya están hoy en día descontinuados.
Pues yo he dejado mi garmin de 900 pavos por un casio… ya me canse de los garmin, muy buenos relojes pero al final son siempre lo mismo y cada vez mas caros y sobre todo dependientes de software, bluetooh etc… En casio descubri los relojes sin dependencia de estar cargandolos y de estar usandolos con el movil, a parte de muchas de las funciones interesantes que tienen, no se, debo de ser de los pocos que ha hecho el salto al reves jajaja, es una pena que que este pasando lo que esta pasando pero bueno, a ver de aqui a unos años.
ResponderEliminarPor cierto tengo el cambio que hice fue un garmin tactix delta solar por un casio gpr b1000 y mas contento que una perdiz.
Eliminarlos leo asi : https://www.youtube.com/watch?v=fk_xDw5qAus&list=RDEMjFDDzRR6boPalpFBqFwWYQ&index=3
ResponderEliminarque mal que la situación este así
Casio podría volver a los años dorados a pesar de la moda de los analógicos, los SmartWatch las Smartband y los propios G-Shock de Casio.
ResponderEliminarEn Casio Japón creo que han perdido el rumbo y han olvidado su historia.
Casio era la marca de los digitales buenos, bonitos y baratos.
La calidad y la tecnología de los digitales de Casio en los 80 era increíble, todos nos quedábamos admirados de ver estos increíbles relojes.
Han pasado 40 años y estos míticos relojes no han envejecido ni en diseño ni en tecnología.
Yo creo que volver a vender un W-100, un W-2X, un AE-70, un CA-90, los modelos Game, me refiero a vender unos cuantos modelos de este tipo que tanto éxito tuvieron y siguen teniendo porque la gente se mata por comprar estos relojes a precios de oro aunque estén destrozados literalmente.
El A-100 se ha vendido mucho a pesar de que no es como el auténtico F-100.
Muy cierto Pepe Casio. El A100 se ha vendido mucho y hay una auténtica fiebre por ellos. Yo creo que eso demuestra, como ya lo hicieran otras reediciones, que cuando Casio apuesta por su historia triunfa.
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