RelojesDeModa.com

6.02.2021

Les gustan las rubias..., pero se casan con las morenas



Todo hemos visto en esta última semana, con el análisis y reportajes que sobre algunos aspectos del nuevo smartwatch de Casio hemos hecho (aún nos queda alguno por publicar), cómo la mayoría de personas reniegan de esos dispositivos. En algunos casos sus razones son lógicas, en otros ya no tanto. Acusan al GSW-H1000, por ejemplo, de debilidad en su construcción (no es así, o al menos no más que en un G-Shock de los normales y corrientes que sí usamos sin problema), necesidad de actualizaciones (no son obligatorias), o caducidad de su batería (no mayor que en aparatos que usamos en el día a día sin problemas y sin ningún inconveniente ni protesta: reproductores de música, smartphones...).

Lo que sí admito, y algunos de vosotros también habéis destacado y sacado a relucir, es el problema de la necesidad - obligatoriedad más bien - de contar con un teléfono móvil para que el GSW-H1000 eche a andar, al menos la primera vez.




Es cierto que el GSW-H1000 puede funcionar por sí mismo sin problemas (durante los largos días en los que lo he tenido en mis manos y pude exprimirlo en profundidad, lo he usado sin el móvil sin mayor contratiempo), pero por contra, e irónicamente (y estúpidamente, añadiría yo), para encenderlo la primera vez necesitas su app, y necesitas sí o sí un smartphone. Luego ya no, pero al principio sí.

Por si fuera poco es que no te permite, además, un smartphone digamos "normalito", no puedes usar un teléfono "de pobretón" (ya vísteis que yo no pude ni instalar su app), sino que te obliga a tener también un smartphone "de los buenos".

Pero eso, obviamente, no es culpa de Casio. No. Es culpa de Google, y es a ellos a los que habría que acusarles y dirigirles nuestras críticas. Pero todos sabemos cómo funcionan esa gente, porque aunque por una parte se les llene la boca con sus sistemas abiertos, libres, y no se cuantas historias, y quieran venderte la idea de que no son como Apple ni se les parece, en realidad te empujan (sutilmente, eso sí, no se vaya a notar demasiado) a su "galaxia" de medios y dispositivos, y luego te van obligando a que vayas teniendo que actualizarte, y a que adquieras lo último de lo último, aunque no lo necesites, o te bloquean directamente en aras de una "supuesta seguridad que te beneficia" (sí, claro, todo lo hacen por ti y porque les preocupas mucho, es "muy buena" esa gente) o te impiden usar sus dispositivos, aunque los hayas pagado tú, cómo no.

Pero Google funciona así, y Apple, que es el mismo perro con diferente collar (más brillante, caro y lujoso, claro), también.



Todos nos quejamos de ello, decimos que su monopolio es una amenaza, y que su poder nos tiraniza, pero como corderillos - más bien como monigotes - acabamos agachando la cabeza y yendo a hacer fila para pasar por sus aros. Usamos sus navegadores, sus smartphones y sus sistemas operativos sin alzar la voz, y ahora, desde hace un tiempo, nos vamos como locos por sus smartwatches. ¿Y qué tienen que hacer en Casio? Pues tragar también si quieren subsistir, y fabricárselos. Porque es lo que la gente pide y demanda a mansalva. La gente, el consumidor en general, es un masoquista y en el fondo lo que le motiva y le excita es que le den caña pero a lo salvaje. Y no neguemos lo evidente: es así.

Nadie dice querer comprarse un smartwatch de esos, pero qué cosas, mira tú: ahí están, vendiéndose como churros como si costasen lo que un F-91. Todos renegaban del GBX-100, que si te esclavizaba al móvil, que si no puedes ni ponerlo en hora sin su app, pero mira tú por dónde, su stock se agotó casi antes de terminar la temporada, lo que supuso un total descuadre y desbarajuste en una línea que anteriormente, y en sus modelos digamos "normales", pervivían incluso sin vender más allá de su temporada. Hizo que Casio volviera a lanzarlo este año, casi sin modificar, ni esforzarse en un display en positivo o actualizado: para qué. Se los quitan de las manos. Literalmente. Las tiendas no dan a basto de reponer género, no llegan ni a darles tiempo para ponerlo en los escaparates y ya lo tienen vendidos.



De manera que sí, los cuatro o cinco de nuestros lectores echan humo contra los smartwatches, lo entendemos. Pero no es esa la foto que retrata la realidad. Uno cualquiera de nuestros posts lo lee unas tres mil, cuatro mil personas, y de todas ellas escriben en sus comentarios una proporción ínfima. Esos que escriben muestran su disconformidad o no (en algunos casos con mucha razón), pero detrás hay como varios miles más que adquieren ese reloj, no comentan, ni se les nota. Pero lo compran. Lo compran. Sino, no se explican las estadísticas que muestran que los smartwatches se venden como rosquillas. Mientras los relojes mecánicos descienden en ventas, y los de cuarzo convencionales se estancan, los iOS y Wear los compran a manos llenas.

No hace falta siquiera que ni nosotros ni las estadísticas te lo digamos: basta con que eches un vistazo a tu alrededor y lo veas. En las muñecas de la gente cada día cobra más relevancia el Apple Watch y sus clónicos y derivados. Enciendes la televisión, y no hay político que quiera dar aire de ser persona de éxito y triunfal que no lo lleve. Sus sueldazos se lo permiten, claro. Y lo mismo podríamos decir entre el famoseo, la farándula...



En resumen: que se venden smartwatches y smartbands a saco, que no dan a basto vamos, y eso de que haya que recargarlo, actualizarlo, o ponerle tiritas y limpiarlo con sangre de dragón a la mayoría de personas, la inmensa mayoría, les importa un carajo. Es así y hay que decirlo. Sea para bien o para mal, es así. Quizá sean los cuatro que están contra ese producto los que arman ruido, pero detrás de ellos, ajenos a esas opiniones divergentes, hay una multitud que hace cola detrás de esos aparatos, relojes, dispositivos o como los queráis llamar.

Tenemos que tener presente la suerte que tenemos porque en Casio, al menos, aún sigan apostando mal o bien por modelos convencionales, porque otros no lo han hecho. No les ha merecido la pena. Con los smartwatches viven de sobra, y viven bien. Muchos fabricantes - como Suunto - que fabricaban relojes "normales", ya no lo hace. Todos tienden a pasarse a los modelos más inteligentes, porque es lo que el público demanda. Puede gustarte a ti o no, pero si no te agrada, tienes que darte cuenta que eres solo un número insignificante de la estadística. Convéncete que no importas a nadie, no representas a nadie, solamente te has quedado ahí parado, en medio de un océano de personas que corre a por el último smartwatch que haya salido sea o no caduco, esclavizado o no al móvil, y con batería de un día o una hora de duración. Da lo mismo. Y lo más llamativo es que sueltan el dineral que cuestan sin problemas y creyendo que hacen una buena compra. ¿Que están equivocados? Puede ser. Pero es lo que piden, es lo que buscan, así que las marcas tienen que fabricárselo si quieren seguir en pie.

Y a quien no le guste (o no nos guste) pues que se aguante. Porque el futuro es ese, y a la vista está (y los números no engañan) que es lo que la gente, la mayoría de clientes, demanda. Porque puede ser que muchos digan que les gustan más las rubias (los relojes convencionales, de gran autonomía, robustos, duraderos...), pero luego cuando entran al comercio y sueltan el dinero, salen de allí con las morenas colgadas del brazo (de su muñeca, en este caso).



| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com




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8 comentarios:

  1. Anónimo2.6.21

    Hola..pues yo, ahora que viene el verano, me cansaré con mi w202, para lo demás ya tengo el móvil ..
    Saludos

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    1. Anónimo2.6.21

      Me casaré, perdón.
      Salud.

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  2. Sin conocer muy a fondo el modelo creo que el GBX 100, es el punto justo entre un reloj clásico y utilizar parte de la tecnología de smartwach para añadir funcionalidades. Ya el resto con sistema Google no me convencen. A mi parecer Casio pierde identidad dotando del sistema WearOS, siento que se estan metiendo en un terreno peligroso.

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    1. El GBX-100 (ni el PRT-B70 ni el PRT-B50) no lo puedes poner en hora sin un smartphone, con eso te lo digo todo. Al menos el GSW-H1000 (aunque el horario solar no te lo actualiza sin la app, un bug de sistema que supongo corregirán en futuras actualizaciones..., esperemos, porque el que tengas la hora de tu país normal y la hora de "Pernambuco" como horario solar hace gracia, pero no mola nada, jeje).

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    2. Anónimo3.6.21

      Tengo un GBD-100, y lo puedo poner en hora de forma manual. ¿En serio el GBX no incluye esa opción?

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  3. Al final seremos como los últimos de Filipinas o como Legión ,el comic donde solo queda un humano y toda la humanidad son vampiros ,por lo que el raro es el humano.
    En principio no tengo pensado comprar este tipo de ¨relojes¨ ,pero quien sabe lo que nos depara el futuro.
    Un saludo.

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    1. Anónimo5.6.21

      Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Todo se va a la mierda, la relojería también

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