Por desgracia desde donde vivo no se ve la luna. Amalgama de tejados y edificios en ese caos urbanístico de los barrios de algunas ciudades, levantados unos sobre otros sin orden ni concierto alguno me impiden verla. Para los que somos amantes de las estrellas y del cielo nocturno es, sin lugar a dudas, una gran carencia el no poder sentarnos a contemplar, en una noche despejada, la luna brillando en lo alto del firmamento. Supongo que a muchos de vosotros os ocurrirá algo parecido con las olas, el mar, los recodos de vuestros ríos preferidos, o vuestro rincón o pradera del bosque, de la montaña o del campo.
Todo ello por necesidad, claro, ante el deber de cumplir este confinamiento.
Por cierto, que algunos de vosotros nos habéis transmitido vuestro "hartazgo" ante el insistente tema del coronavirus, y lo entendemos. Sin embargo por otro lado, los posts más leídos y los que tienen miles de visitas son aquellos en lo que hablamos de la COVID-19. Supongo que es debido a que las personas es lo que buscan estas semanas por la web. Como decía hace poco uno de los médicos que están en "primera línea de fuego" en Nueva York, "cada día es un 11S repetido, no puedes ni desconectar. Llegas a casa después de catorce horas de trabajo, enciendes la radio y vuelves a escuchar noticias de la pandemia". Un médico que, por cierto, nada más llegar a casa deposita el reloj en una solución de alcohol para desinfectar.
Pero ese no era el tema de este post. Hablaba sobre la luna, y su necesidad imperiosa para los que amamos el cielo nocturno. Por eso confieso que fue un alivio tenerla en el reloj durante estas semanas, ver la hora y, a la vez, conocer la fase en la que se encuentra, su brillo y su luminosidad. Es un relativo alivio, bien es cierto, pero alivio al fin y al cabo, que en estos tiempos en los que cualquier pequeña alegría es una fantástica válvula de escape, siempre es de agradecer.
Otro tanto supondrá para los que disfrutan del surf y no pueden tocar las olas, con sus G-Lide, o para quienes les gusta el campo y el aire libre con los barómetros, o las montañas con sus Sun Graph y altímetros.
Ya sé que todo ello podemos tenerlo en el móvil, pero si me lo permitís, no tiene la misma gracia ni el mismo atractivo. Y no deja de ser un incordio tener que ir a buscar el smartphone, encenderlo, abrir la app, "pasar el dedito"..., para al final acabar viendo un simple gráfico de luna. Mejor en un reloj, que está siempre presente para cuando la quieras mirar.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Otro que se une a vosotros, y que le encantan los indicadores de fase lunar en todas sus formas. Particularmente en los mecánicos, pero 2 o 3 digitales que tengo y que la implementan son también puro gozo.
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