Hace pocos días abría sus puertas el CES 2017. En él, Casio presentaba su nueva actualización de su smartwatch que corre sobre el Android de Google: el WSD-F20.
Mucho han cambiado las cosas. Volvamos treinta y tres años hacia atrás, a 1984. En aquella ocasión Casio también acudió al CES, pero lo que presentaba era muy diferente. Ellos lo llamaban "la computadora de muñeca". En efecto: presentaban en el Consumer Electronics Show de ese año su último integrante de la serie Data Bank, el DB-500, un desarrollo propio, con diseño propio y con tecnología también propia. Todo lo hacían ellos. Muy diferente, ya veis, a lo que hoy es el WSD-F20. En aquel año el Casio DB-500 recibía uno de los premios principales del certamen, y un reloj, que en aquellos tiempos se vendía por menos de 100 dólares, causaba sensación.
Aún así, y a pesar de todo aquel asombro y admiración, el Casio DB-500 de entonces no es el que Casio comercializaba hasta hace poco, su sucesor, el DB-520. Tenía un módulo diferente, el 262, con bastantes menos funciones (por ejemplo, no incorporaba hora en todos los modos, su temporizador era solo de una hora, y tampoco ofrecía horario mundial), pero con eso y todo se convirtió en el reloj más avanzado de su época, capaz de guardar todo tipo de datos personales, crear alarmas de eventos, recordar citas, y un modo de texto libre de lo mejor que se ha visto en Casio jamás.
Luego, en 1985, Casio lo actualizaría, cambiándole el nombre a DB-520 y poniéndole el módulo al 675 que es el que lucía hasta su desaparición del mercado, hace unos pocos años.
Del Casio DB-520 ya hemos hablado largo y tendido cuando publicamos su review (aquí), la cual, si quieres saber más datos interesantes de este soberbio modelo, te aconsejamos consultar. Pero volvamos a ese 1984, o mejor dicho: un año antes. Porque en efecto, aunque Casio presentaba la primera variante de la Serie 500 (tomando un símil del automovilismo, cabría decir "MKI") en el CES del 84, el DB-500 ya había llegado al mercado un año antes, en 1983. Por aquellos tiempos no había peligro de que alguien nos "reventara la sorpresa" o, si lo queréis ver así, no había tanta necesidad de ocultar los lanzamientos para dar que hablar en ferias y congresos, y las marcas presentaban sin problema productos que ya estaban siendo comercializados.
Claro, internet ha cambiado un poco todo eso y, como bien sabéis, ahora la mayoría (por no decir todas las firmas, y de todos los ámbitos) esconden muy mucho sus novedades para que en ese tipo de exhibiciones éstas les sirvan de altavoz, y poder así destacar -y llegar a más gente, y llenar más páginas- en el duro mercado de los productos de consumo.
Casio tampoco era lo que es hoy en día, más que una marca de relojería -que lo era-, también intentaba hacerse un hueco en la prometedora y creciente industria de los ordenadores, video-juegos, sintetizadores y electrónica en general. De manera que para ellos el reloj DB-500 no era "un simple reloj", era "el smartwatch del momento", y se presentaba como una alternativa real y palpable que mostraba el poderío de la creciente microinformática que, años después (y en esto no se equivocaban, aunque ellos ya no tuvieran ese preponderante papel) dominaría el mundo.
Quizá sea muy difícil (sobre todo para quienes no han vivido aquella época "de grandes descubrimientos", donde los consumidores se asombraban incluso de un reloj calculadora, viéndolo casi como algo mágico y maravilloso, con una parte de dispositivo de ciencia-ficción, lo que hoy sin embargo les parece a la mayoría tan vanal) trasladar el entorno de entonces para darnos cuenta de la maravilla que suponían relojes como éste que, por aquella época, eran mucho (¡muchísimo más!) que el mejor smartwatch de hoy, y causaban tanta o más admiración. Eso, de la mano de Casio, además, nos garantizaba unos precios que te permitían tener ese dispositivo, que te permitía soñar que lo podías adquirir.
Pronto la serie Data-Bank comenzó a crecer, y para el año 1985 Casio ya tenía en el mercado modelos tan asombrosos como el DB-510 (mismo módulo 262 que el DB-500), el DBS-53 y, no lo olvidemos, vio la luz uno de los Data Bank más espectaculares (y preciosos) de la historia de Casio, el impresionante DB-200 (módulo 502, que compartiría con su variante de resina, el también bellísimo DB-20). Fue sin duda (quizá junto con los Data Bank de titanio de últimos de los noventa, los DB-100) la época dorada de los Data-Bank.
Ese año, al imponente módulo 262 del DB-500, Casio decidió "rizar el rizo", darle una vuelta de tuerca más, y añadirle hora en todos los modos y temporizador de 24 horas, junto con un casi inédito y útil horario mundial independiente que, al contrario que en los actuales, podías configurar sin tener en cuenta el horario local. Así nació el 675 y, con él, el DB-520.
Quizá Casio llegó a su límite porque luego, en años venideros, no fue capaz de mejorar ninguno de esos módulos. Sí que ofreció diseños diferentes y en configuraciones diferentes, pero no los hizo más completos.
Con la actualización al 675, el frontal del DB-520 cambió, añadiéndole la leyenda de "World Time" y poniéndole "Data Bank 50" en sustitución de Telememo 50 de los precedentes modelos, aunque en el resto del diseño el reloj seguía invariable, tanto en la variante cromada como en la de resina, (DB-55 y DB-150), un modelo que se vendía a menos de la mitad del DB-500: no llegaba a los 50 dólares.
Hoy hay mucha más competencia, tanto en el CES, como en el mercado. Pero ver que Casio se denigra y se lleva premios y galardones con un reloj "que no es suyo", que la mitad de sus partes, y lo más importante, su interface, viene de Google, nos hace pensar. Tal vez, incluso preguntarnos si realmente cualquier tiempo pasado fue mejor.
En aquel 1984 Casio se hacía con galardones y aplausos, acrecentaba su leyenda con relojes de módulos sublimes, con multitud de características, a precios que no llegaban a los 100 dólares (con la inflación el DB-500 de 1984 nos costaría ahora poco más de 230 dólares, por cierto). Hoy tiene que ir a precios de 500 dólares, y recurrir a soluciones de terceros, y ni aún así lo consigue.
A veces le dan a uno ganas de irse en una máquina del tiempo a aquellos años, y hacer acopio de relojes sabiendo que muchos de ellos no volverían a repetirse en el futuro. Ni siquiera a igualarse.
| Redacción: ZonaCasio.com
la pantalla del db-520 creo que ha sido el mejor diseño de pantalla que ha hecho casio en toda su historia.
ResponderEliminar3 lineas 1 de matrix de puntos para mostrar textos (o dia de semana) y dos lineas numericas.
sin tonterias de graficos. con los iconos de alarm y sign.
es la pantalla que mas me gusta de todas.
lastima que casio ya no sea la de hace 30 años atras.
Pues sí, de hecho es una de las pantallas que mejor aprovecha el espacio, y la información de cambio de pantalla aparece toda en la zona de matrices, lo cual no solo sirve para que se vea bien, sino para dar más información.
ResponderEliminarPor otro lado, es uno de los pocos módulos con EOL para su pila, que veo que por aquí mucha gente no valora, pero que ojalá lo metiera Casio en más módulos. Nunca esta mal tenerlo para ver si lo que te falla del reloj es tu display, o está en las últimas su pila.
Yo me subiría también a esa máquina del tiempo. Amo a aquella Casio, que se proponía, y conseguía, fabricar electrónica de consumo innovador, con tecnología propia, y asequible. Unos pioneros en el espíritu de CES, algo que también se ha perdido.
ResponderEliminarCasio debe relanzar el databank como un simple reloj con memoria usb integrada. o como un reproductor mp3 bluetooth
ResponderEliminardaniel ah:
ResponderEliminaryo creo que deberia relanzar este mismo reloj (concepto) pero con bluetoth para mostrar avisos o mensajes via scroll de texto)
y funcion (muchos no les gustara) de tought solar para asi no tener que recargar el reloj nunca (por usb)
a ver si con el nuevo (posiblemente fracasado) protrek con android casio despabile.