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Hacer un reloj resistente a impactos no es fácil, ni mucho menos. Y si te lo tomas a la ligera y se lo pones al reloj que acabas de fabricar, pues puede acabar sucediéndote lo que le ocurre a Apple: que hagas el ridículo. Y esto nos aclara otra cosa: por qué es tan difícil llevar en un reloj la leyenda de resistente a los golpes que llevan los G-Shock. Muchos fabricantes lo han intentado, y la mayoría han acabado rindiéndose a la evidencia, estrellados contra el desastre y, los que no -como es el caso de Victorinox-, sólo han conseguido sacar al mercado un limitadísimo número de modelos, y ahí se les acabó la historia. Llegar a donde G-Shock no es fácil, ni mucho menos, aunque de cara al exterior lo parezca.
Lo explicamos: entre las especificaciones del Apple Watch, la compañía norteamericana lo vendía como "resistente a impactos" ("Impact Resist"). Pero resulta que un señor del Reino Unido, Gareth Cross, de 32 años, adquirió ese reloj fiándose de esa descripción, que parece ser que los de Apple lo pusieron bastante "a la ligera" (un poco más y ponen hasta la "G" de G-Shock en el frontal del reloj..., por falta de ganas no sería). Pero a los diez días de comprarlo vio con sorpresa que el cristal se le había dañado. Ni corto ni perezoso, decidió llevar el caso a los tribunales. Sí, puede parecer curioso que un señor con buenas intenciones se tome "la osadía" de plantarle cara a toda una poderosísima multinacional como es Apple, pero este hombre lo hizo. La pelea duró seis meses entre batalla legal y batalla legal, tira y afloja de Apple, pero al final la evidencia salió a la luz y la compañía de la manzana la perdió.
Así que los de Apple han decidido cortar por la tanjente: su reloj ya no es resistente a los golpes. De la noche a la mañana, el Apple Watch ya no es "shock resist" y han retirado ese calificativo entre las especificaciones de la web del reloj. Por cierto, que Apple ha tenido que devolverle al buen señor los 620 $ que le había costado su SmartWatch.
Varios sitios han sometido a los Apple Watch a torturas para demostrar su supuesta invulnerabilidad a los impactos, y han comprobado que, en efecto, el reloj de Apple es realmente resistente, pero han llegado a la conclusión que hasta la variante más cara con cristal de zafiro es realmente propensa a rayarse y quebrarse.
Lo que uno no acaba de explicarse es a qué clase de tests se les ha sometido a esos relojes de Apple antes de lanzarlos al mercado, en su fase de pruebas, para otorgarles el nivel o calificación de resistentes a golpes y a las primeras de cambio tenga que ser un tribunal el que les eche todo el tinglado abajo. Con la cantidad de dinero que mueve la compañía de Cupertino, ¿qué laboratorio del tres al cuarto lo testearía? ¿No se dieron cuenta que la lógica más lógica nos dice que un reloj que ni siquiera cuenta con bisel protector, lo de otorgarle la etiqueta de "resistente a los golpes" sería cuanto menos algo temerario?
Si G-Shock lleva décadas, muchos años, con el concepto de relojes resistentes a impactos sin cambiar apenas el diseño primordial y básico de los mismos, ¿creían los de Apple que iban a redescubrir la rueda ellos solos por ser más guapos y más listos que los demás? Lógico, acabaron dándose de bruces con la cruda realidad. Era evidente.
| Redacción: Zona Casio
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