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Tradicionalmente los hombres siempre hemos sido más espartanos a la hora de vestir, mas rudimentarios y menos llamativos. Aunque mi combinación favorita en cuanto a relojes se refiere sea el blanco y el amarillo (ya lo he dicho otras veces), y aunque no tendría problema alguno en llevar un color totalmente blanco (o totalmente amarillo), prefiero esos colores en los detalles, sobre un reloj radicalmente negro. Seguro que muchos tenéis también una combinación preferida, y también os gusta usarla sobre la base en negro, y no como tonalidad principal para todo el reloj.
Sin embargo a ellas, las mujeres, les gusta más sentirse admiradas, llamar la atención con las joyas más brillantes, los metales más lustrosos y la ropa más colorida.
Es curioso porque en el reino animal la mayoría de las veces ocurre al revés, y son los machos quienes ostentan las plumas o los adornos más vistosos, o las melenas más largas (el león).
Si tenemos en cuenta que las mujeres tienen un cuidado especial por la imagen, no nos resulta extraño el que entonces entre ellas triunfen los relojes metálicos dorados, y que éstos sean mucho mas preferidos a los más discretos de resina. La industria de la cosmética lleva años intentando hacerle entrar al varón por el aro para que use potingues, cremas, aceites, maquillajes, perfumes... Aparte de cuidarnos la barba -algo más que estético o higiénico, por comodidad- poco más han logrado.
La verdad es que, en lo personal, el negro tampoco es que me muera por él, y eso de que es un color mucho más sufrido está aún por ver. Particularmente prefiero los tonos apagados de los caqui, especialmente los anaranjados, amarillentos, azulados y rojizos, pero, sobre todo, los grises. Por desgracia no hay mucho donde elegir en relojería, aparte de la variedad de ediciones especiales de G-Shock (quizá la única excepción en el mercado) y algunos muy, muy especiales y particulares Collection, esos tonos apagados son muy difíciles de encontrar.
Para mujer sin embargo Baby-G tiene una variedad de tonos brillantes asombrosos. Sorprendente. Combinados con esferas multicolor hacen que cualquier usuaria pueda utilizar el reloj que más se adapte al vestuario elegido para la jornada. El reloj forma parte indispensable de su forma de vestir y de su temperamento.
Obviamente es imposible satisfacer a todos, y la variedad cromática es tal que el mejor consejo es que, cuando salga al mercado el color que más te atraiga, vayas a por él. La razón es que, aparte de las tonalidades principales, los colores secundarios suelen llegar a la calle en forma de ediciones especiales o limitadas, con unidades que duran hasta que se agote el stock. Y si has perdido la ocasión ya puedes contratar a un investigador privado para dar con esa versión en concreto que tanto te gustaba, porque va a ser poco menos que imposible.
Otro tema está en los recambios, por supuesto, y para ello o elegimos los mencionados colores de detalles en el frontal, o, si tenemos la suerte de poder hacerlo, adquirimos dos modelos y uno lo dedicamos al uso cotidiano, sin miedo a que acabe desgastado o descolorido, o bien adquirimos a su vez varios recambios.
Por fortuna hoy podemos elegir entre una variedad de modelos inmensa, algo que antes era imposible y solo se podían elegir -y no muchos- detalles en los frontales. Uno de los motivos es que antes el reloj tenía el difícil papel de combinar con toda nuestra vestimenta, y se usaba a diario, casi sin cambiar de modelo. Hoy el reloj es como una camisa, y elegir un modelo o versión del mismo es como una opción diaria dependiendo de nuestro estado de ánimo, obligaciones, o ropa que vayamos a llevar.
| Redacción: Zona Casio
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