El aluminio es uno de los materiales más utilizados en la actualidad. Motores, chasis, embarcaciones de todo tipo se hacen con este materíal gracias a sus múltiples virtudes y a su ligereza. Pareciera que es el metal idóneo para la relojería: muchísimo más barato que el titanio, notoriamente más ligero que el acero, además, no se oxida... Pero sin embargo los relojes de Casio que cuentan con cajas de este metal casi pueden contarse con los dedos de una mano. ¿Cual es la razón?
Hay que decir que esto no ocurre solo en Casio. Excepto Sector y alguna otra marca más, que sí suelen fabricar muchos de sus modelos de aluminio, en el resto de marcas casi nunca lo usan. Casio suele usarlo para elementos individuales. Por ejemplo, los G-Shock G-7710 y los Outgear SGW-100 disponen de biseles de aluminio. Pero es llamativo que contando con una gama de relojes de clara inspiración aeronáutica (los Sky Cockpit) no haya elegido el aluminio para sus cajas en sustitución del acero que suele usar. Más aún si tenemos en cuenta que al aluminio se le solía conocer como "el metal de la aviación", ya que era el elemento más utilizado en ese mundo hasta la llegada de los compuestos exóticos como los composite o las fibras de carbono, de vidrio o kevlar.
Hay excepciones muy puntuales en las que Casio sí ha optado por el aluminio. Hace no muchos meses (en marzo de este año) presentaba sus modelos para niños, los LTR-18 y LTR-19, cuya caja era de aluminio en lugar de plástico. Y Casio explicaba esta elección argumentando que ese metal hacía más duradera la caja del reloj ante los golpes que le iba a dar un niño que la resina. Aducía también que con el aluminio no se perdía ligereza, dotando al reloj de la misma ligereza que si su caja fuera de plástico. Pero a pesar de ello, siempre que Casio hace las cajas de aluminio la tapa de cierre la realiza en acero inoxidable. Hizo lo mismo en uno de los pocos digitales con caja total e íntegramente de aluminio que lanzó al mercado, los LA-2100, cuya cubierta de cierre también era de acero.
Es decir: todo aquella parte del reloj que está en contacto con la piel, es de acero en lugar de aluminio. Y eso nos da una idea del por qué no se usa el aluminio en relojería de manera generalizada: porque es más propenso a producir alergias. Más propenso que el acero y, por supuesto, mucho más que las resinas o el titanio.
Casio LA-2100, uno de los pocos relojes íntegramente digitales y con caja de aluminio que ha fabricado Casio. |
Como en muchas otras cosas ocurre, aún no hay estudios profundos -por diferentes intereses, no nos vamos a extender en ello aquí- sobre la influencia del aluminio, pero se cree que una exposición prolongada puede causar cáncer, y hay estudios que lo relacionan con enfermedades degenerativas como el Alzheimer. De hecho, el aumento de los niveles de aluminio en el cerebro puede llegar a producir esta enfermedad. Por lo tanto no es extraño que los fabricantes serios de relojería y joyería huyan de este metal, o traten de usarlo en partes o sitios alejadas del contacto directo y constante con la piel. Además, puede causar sensibilidad, lo cual podría traernos problemas porque algunas vacunas usan sales de este metal como adyuvante.
El aluminio, por todo ello, es una excelente solución para la industria, para el transporte, y también para la medicina (las vacunas que usan sus sales son enormemente seguras), y está bien donde está, pero alejado de nuestro cuerpo.
Tanto los G-7710 (a la derecha en la imagen) como los SGW-100 (a la izquierda) poseen biseles de aluminio. |
| Redacción: Zona Casio
Gracias por estas notas tan interesantes. Son atemporales y siempre es bueno encontrarlas en línea.
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