Quienes hacemos todo tipo de trabajos con un reloj en la muñeca, más de una vez nos habremos encontrado con la desagradable sorpresa de detener sin querer algún contador, activar alguna otra pantalla o función sin darnos cuenta. Como los relojes no tíenen "bloqueo de botones" (a diferencia de los teléfonos móviles), eso significa que siempre están activos y listos para realizar su trabajo a la primera pulsación. Y signifca también que tienen muchas más posibilidades de que los activemos sin querer.
Para los que nos gustan los relojes no ceñidos a la muñeca esto es un gran inconveniente. De echo llegué a tener un reloj que con sólo flexionar la mano hacia arriba, tropezaba con el botón de cambio de modo. Y uno de los más proclives a sufrir este tipo de contratiempos que recuerde fue el W-202 / B640, cuyos botones laterales sobresalen notablemente del borde, que encima es semicircular y lo alejan del contorno de dichos botones.
Aunque con sólo ver la forma de la caja y la disposición de los botones en la misma ya nos podemos hacer una idea de si sufriremos o no este tipo de problemática, la mejor forma de confirmarlo es obteniendo una foto lo más frontal posible del reloj, y a continuación proceder a trazar una línea transversal que salga desde el lateral de la caja a la altura de las asas y pase por la parte superior de los botones. Esta línea debe cruzarse con la parte medio-lateral de la caja. Si dicha línea no toca los botones o los roza, la protección ante pulsaciones accidentales está asegurada. De lo contrario podemos tener problemas con choques accidentales del reloj.
Llama la atención lo bien diseñados que estaban en este sentido los modelos de antaño. Modelos antiguos como el W-24 o el W-25 no sufrían ese problema, y los W-720 tenían una solución muy útil, con la misma protección formando una especie de "doble escudo" protegiendo el botón. Otros, como los mismos F-23 y F-28, iban más allá y tenían todos sus botones, absolutamente todos, ocultos bajo la carcasa frontal. Por supuesto, G-Shock también merece una mención aparte, puesto que la mayoría de sus modelos con botones metálicos están bien protegidos ante pulsaciones, choques e impactos accidentales, como no podría ser de otra forma tratándose de una línea que está preparada precisamente para salir indemne de choques accidentales.
| Redacción: Zona Casio
Hay relojes que, aún sin guardas, es difícil que eso ocurra, todo depende del diseño.
ResponderEliminarA propósito del artículo me he puesto mis relojes sin guardas (yo también suelo llevarlos holgados) y he apoyado la mano con la muñeca muy flexionada, y sólo a uno de ellos se le ha pulsado un botón, pero he tenido que "zarandear" mucho la mano.
Hay un tipo de relojes que nunca tendrán ese problema, Son los de cuerda, donde hay que tirar de ella en vez de pulsar. (Los Edifice)
Cuidado con los experimentos a ver si te vas a hacer daño, querido Francisco :D
ResponderEliminarFrancisco, no entiendo muy bien con lo de los Edifice de "cuerda", que yo sepa son de cuarzo. Imagino que querrías decir analógicos, ya que hay que tirar de la corona para operar con ellos. En cuanto al artículo me ha parecido bastante interesante. Además de protección, las guardas ayudan a darle una estética más robusta -especialmente en los G´s- Un saludo
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