El reloj del periodista

Yo no me considero un periodista ("journalist"), ni tan siquiera un experto, más bien estaría más cercano al término reportero (de "reporter", el que hace reportes, aquí las diferencias), pero tras tantos años metido en el mundillo (ya casi veinte), uno acaba conociendo y discriminando qué cosas le resultan más útiles, y cuales no.

En el mundo del periodismo es importante algo que dé testimonio de lo que estás presenciando. Estamos de acuerdo en que tu misma crónica es un testimonio, y ciertamente valioso, pero cada vez más esta sociedad descreída y poco "asombrable" requiere un refuerzo a tu propio testimonio. La fotografía es uno de esos principales recursos, algo que, gracias al teléfono móvil, hoy cualquier reportero tiene al alcance de su mano. Y no solo eso, sino que también incorporan grabadora y la posibilidad de realizar vídeos, o de escribir notas (lo de escribir reportajes con un móvil aún está bastante lejos de ser productivo, así que lo dejaremos en un segundo plano..., quizá en un futuro).

Casio y sus relaciones de prensa

Digamos simplemente que agosto es un mes "difícil", se nota que en Casio están de vacaciones, y que generalmente las tiendas y joyerías cierran. No hay apenas noticias, nada reseñable ni nada destacable, ni tan siquiera ediciones especiales (bueno, Casio USA está preparando una del GG-1000 que se realizará a partir de las ideas que salgan de una pop-up store que se inaugurará por allá, más o menos como ha hecho G-Shock en otros sitios -España incluida-) o colaboraciones. De hecho este mes es uno de los que más se teme en el mundo del periodismo, por dos razones: una, porque los que quedan en las redacciones "desvalijadas" tienen que devanarse los sesos para encontrar algo reseñable que publicar y, la otra, es que si aparece alguna noticia especialmente significativa, los periodistas de renombre no estarán, ya que suelen tomarse este mes de descanso.

Pasa en la radio, en la prensa, en medios de Internet... Pasa en diarios locales, regionales, nacionales e internacionales, incluso hasta en la misma BBC se ha visto, en cuyo medio han aprovechado las olimpiadas para convertir su magazine de noticias genéricas en una especie de diario deportivo, tipo AS o Marca, con un 90% de noticias referentes a las Olimpiadas. No son los únicos, muchos han aprovechado para hacer lo mismo y atiborrarnos de noticias de triatlon, waterpolo o maratón aunque en nuestra vida nos hayan interesado semejantes disciplinas y, lo que es peor aún: aunque durante el resto del año esos mismos medios no les dediquen ni una mísera línea, mucho menos una noticia completa.

Cómo los medios periodísticos ignoran (y le dan la espalda) a Casio

Pronto se celebrará el Día del Padre, una fecha señalada. Y señalada porque se convierte también en una buena oportunidad para regalar relojes, habida cuenta que suele ser uno de los productos mejor valorados por el público masculino (más que por el femenino, por mucho que algunas marcas se empeñen en querernos ver lo contrario). Es una buena oportunidad para que las marcas de relojería hagan valer sus productos, y los medios de comunicación especializados, sobre todo, los mencionen. Entre esos medios me he encontrado con la recomendación de una de las mejores revistas del sector a nivel internacional. En ella se publican muchos relojes de las mejores marcas del mundo y, por supuesto, también algunas veces hablan de Casio. Como suele ser habitual, el fabricante nipón facilita que sus periodistas tengan algunos de sus más elitistas modelos, aunque en ocasiones hubo momentos en que hablaron de G-Shock bastante "convencionales".

Pero a pesar de ello, G-Shock en particular, y Casio en general, siguen siendo unos "don nadie". Han hecho un listado de relojes recomendados para regalar en el Día del Padre, han metido en él desde carísimas opciones como el Longines Spirit Chrono (3.000 €) hasta modelos mucho más asequibles, como el Swatch Blackback (85 €), pues... ¿Os podéis creer que, entre toda la variedad, ningún modelo de Casio aparece?

El Norte de Castilla vende F-91 falsos (y no se les cae la cara de verguenza)

Cuando en las páginas de segunda mano alguien quiere "colarle" a otro un reloj que no conoce "ni su madre", suelen poner "Reloj tipo Casio" (para evitar así tener que poner: "Reloj Casio falso", que suena y queda muchísimo peor). Eso, repito, era hasta ahora algo muy habitual. Pero que un diario de periodismo serio y que se le presupone de información veraz venda relojes falsos y encima les aplique cupón de descuento (con un frontal calcado a los F-91W -incluso en el nombre del producto, que es un nombre registrado en Europa, no lo olvidemos- y una correa idéntica y con el mismo diseño de los mencionados F, sin ser ni estar fabricados por Casio) es inaudito.

Los relojes (que podeis ver aquí) son los Casio falsificados que todos conocéis de sobra y que, por desgracia, inundan las tiendas de todo el mundo (y eso que el F-91W nuevo y original solo ronda los 9 €... por ese precio ¿de verdad alguien va a preferir comprarse uno falso, aunque sea con cupón de descuento?), los cuales el periódico ofrece en multitud de colores.

Por qué ves el F-91 de hace unos años, de nuevo en todas las portadas

Desde hace unos días diversos medios de comunicación nos llevan dando la paliza con el proyecto del F-91W "smart" que vio la luz ya en 2017 y que, poco después, se vio actualizado hace más de un año. Una noticia, como veis, nada actual: con una antiguedad de cuatro años. Sin embargo, medios de comunicación de todo tipo (La Razón, Computer Hoy, La Nación...) vuelven a hacerse eco de ello. Son medios generalistas, que se les presupone lo suficientemente serios como para verificar lo que publican, fiables, y actuales. Pero sin embargo, a la hora de la verdad nada más lejos de la realidad y de todo eso, no tienen nada.

Todo comenzó porque alguien en Microsiervos decidió hacerse eco de esa noticia anticuada con el F-91 que, como poco, lleva más de un año por ahí circulando. Y el resto, que siguen ese tipo de blogs a pies juntillas, publicaron la misma coplilla sin preocuparse de investigar ni cerciorarse de nada más.