Conozco a una persona que está bastante anclada a su F-77. En fotos antiguas de sus vacaciones, cuando era niño, se le ve con un Casio F-77 "remendado", posando con él en su muñeca. Otra de las personas con las que habitualmente me relaciono siente un apego especial por el F-87, y otra mantiene un "feeling" por el F-81. También hay quienes el W-24, o el W-26, les atrae enormemente, y acaban siendo coleccionistas de ellos, o acumulándolos. Podría decirse que son, en suma, sus "relojes fetiche". Puede que no se los pongan apenas, pero por una u otra razón se encuentran muy unidos a ellos.
Porque un reloj, en suma - y un F de Casio mucho más -, no tiene demasiada importancia ni peso económico, lo que nos motiva de verdad son las historias que hay detrás de ellos, y que nos van llenando y uniendo a él con lazos tanto de cariño, como de compromisos. Como esos abuelos que se resisten a cambiar o deshacerse de su viejo SIMCA 1000, porque les trae buenos recuerdos y, a fin de cuentas, puede que hubiesen pasado toda su vida con él (un coche, a diferencia de ahora, era para toda la vida).
Con él - con su SIMCA - habrán recorrido no pocos pueblos y villas, habrán ido de vacaciones con la familia, de escapada, lo habrán usado para evadirse... Y puede que también para algún que otro viaje urgente. ¿Cómo deshacerse, pues, de algo así, tirarlo como si no sirviese de nada?
Eso suele ocurrirnos en ocasiones con nuestros relojes y, entre ellos, cobra una relevancia especial uno - o varios - modelos. Y no tiene por qué ser un reloj caro, ni complejo, ni especialmente extraordinario. Puede ser perfectamente un modelo de lo más simple y sencillo, como Casio estaba - sobre todo antes, ahora ya menos - llena de ellos. Ese reloj que nos acompañó en nuestras correrías, en nuestra infancia, el primer reloj que adquirimos con nuestro sueldo, el primer reloj de nuestra amiga/o, hermana/o o el que nos compraron nuestros padres... Aquel con el que pasamos tiempos tan duros, o tan felices... Al final, vivirlo con ese reloj es llenarlo de eso: de vida, y sus recuerdos nos acompañarán mucho más tiempo.
Es cierto que a veces pareciera que hay un modelo que no está hecho para nosotros. Hay un modelo que buscamos, queremos y deseamos, y simplemente "no se acopla", no se amolda a nosotros, a pesar de todo nuestro empeño por intentarlo. Sé de gente que le ha ocurrido esto con varios relojes, y a mí también, por supuesto. Y creo que lo mejor es no forzar la situación. El reloj que es "para ti" acaba llegando a tu lado, como el amor. Empeñarse en ir tras esa chica rubia tan bien dotada (algo, por cierto, políticamente muy incorrecto de decir hoy..., pero es la verdad) porque te entre por los ojos, cuando tú eres un cardo, un canijo o un muerto de hambre... Mira amigo, no. Hay que ser realistas. Igual tienes que quedarte con la gorda esa, yo que sé...
Pues con los relojes es más o menos lo mismo. Sí claro, todos quisiéramos ir al concesionario de automóviles y salir con un Porsche Panamera..., pero oye, vamos a ser razonables. Por lo que, como contábamos al principio, sales con ese SIMCA 1000 y en lugar de tomar las curvas a 200 por hora, las tomas a 50, y en el asiento pues te amoldas como puedas y metes primera y a callar. ¿Qué vas a hacer? Pues con un reloj lo mismo. Todos quisiéramos ese GWF-D1000, o GST-B300 , pero va a ser que no, y como cuando éramos niños y al salir del colegio le gritábamos a nuestra madre que nos comprase una bici Torrot, ellas, que eran muy sabias, nos llevaban al quiosco y nos pillaban un pastelito de aquellos Tronquitos y para casa. No era lo mismo pero se nos pasaban las penas, y si queríamos aquella bici de ruedas gordas, pues a consolarnos con verla en el escaparate y listo. Y mientras tanto, corríamos que nos las pelábamos en aquellas BH mugrientas, que pesaban como un tanque de la II Guerra Mundial y que encima no tenían ni marchas. ¿Y qué? Pues ale, a aguantarse que mañana era otro día y había que hacer los deberes antes de volver al cole.
Ahora nos hemos vuelto unos caprichosos, y un F de Casio nos parece una porquería y tiene que ser de no se cual material y llevar no se qué historias, y con un módulo en donde salga una señorita en bikini bailándote una sardana. ¡Venga ya!
Y espera, que con esto de los smartwatches ya se está volviendo la cosa paranoica, una locura. El otro día veía a un tipo luciendo uno de esos "analógicos inteligentes" de casas como Fossil, con la pantalla toda negra, en donde no podía ver ni la hora. Solo por las modas, y porque si no tiene avisos de notificaciones para enterarnos de cuándo nuestra vecina cambia de zapatillas o baja la basura, no lo queremos. Y además tecnología de no se qué, satélites que se conecten a las redes de posicionamiento chinas para saber el clima en Singapur... Si claro, como vamos a Singapur tan a menudo nosotros... Y los que van a Singapur no necesitan esas coñas, ya tienen a secretarias bien macizorras que les informan de ello con una bonita sonrisa y una linda delantera, no necesitan apretar un ridículo botoncito en un reloj. ¡Seamos serios!
De manera que sí, muchos tenemos nuestros relojes-fetiche, que puede que no sean los mejores, solo los que podíamos tener. Y puede que no estén llenos de funciones, pero lo están de nuestras horas, dulces y amargas, y eso es lo que importa y les da el auténtico valor. Cuando se acabe eso, tal vez se acabe la relojería y el reloj no sea más que un trasto inútil para recargar y para cambiar y comprarse otro en cuanto Xiaomi, Samsung, Apple o cualquier soplagaitas de esos, nos lo ordenen.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Habéis descrito a la perfección ese peculiar sentimiento que tenemos los Zonacasieros. Bonitos recuerdos que vale la pena seguir conservando y disfrutando. Y aunque caprichosos y caros de mantener, han transcendido al tiempo cosa que como decís, no hará la tecnología actual.
ResponderEliminarExtraordinario artículo, muchas gracias ZC. Saludos desde México.
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ResponderEliminarMadre mía, qué rapapolvos. Os habéis quedado a gusto... ��
ResponderEliminarEn mi caso, noeno dispongo del que fue realmente mi primer reloj y CASIO digital del cual recuerdo vagamente detalles generales: entonces los CASIO aún se distribuían en kioscos pues en uno del barrio me lo compró mi padre desde entre los que elegí, así que era un Collection fijo. Pero todo de resina, blanco, con aires de la caja a algunos W-7xx y G-Shock de los redondos, alguna subesfera superior redonda con animación o etiquetas tenía, algún detalle azul en la esfera y correa... y ya no recuerdo nada más. Bueno sí que lo usé varios años hasta que se puso color nicotina, que era WR50, finales de los '80 y que tendría yo pues 7-8 años a lo sumo. Por tamaño, hoy fijo que esa caja sería "Baby-G".
Así que tendrá que ser el que recuerdo como mi segundo, que me lo compré años después en una relojería de lo que hoy es un Carrefour pero que entonces era CONTINENTE. Era agosto, había pasado a gusto uno de los cursos de mitad de la EGB más o menos, tenía un dinerillo ahorrado y me di el capricho al verlo: un W-728H. La variante con correa de náilon negra y asas de caucho en burdeos... que hace 20 años mínimo que pasaron a mejor vida, las asas de caucho, la correa no, la tengo y está nueva.
El W-728H lo conservo pero ahí lo tengo andando, con sus +4" mensuales aproximados, con alguna nato, a épocas con alguna de resina y poca cicatriz a pesar de que apenas me lo quitaba ni para ducharme, vio playas, piscinas, tortazos varios (me da que alguno que di con la bici "ladera abajo" entre cardos y espinos también ��). También tengo aún su caja y hasta el tiquet de compra (aún eran de los que no se borraban solos) que corrobora que lo compré por 5.000 y pico pesetas sobre mediados de agosto del año 1.995. ��
Y me parecía grande e imponente, y sigue siendo grande. Compré hace poco un W-735h porque me gustó que me pareciera una evolución a lo bruto, y puestos lado a lado, el W-728H se ve más elegante, pero de ancho y alto es prácticamente igual.
Ya comenté que buscaba ese f78 blanco, por cuánto dices que me lo vendes? 😂😂😂😂😂
ResponderEliminarGracias por tus artículos, un saludo
Maravilloso articulo ,me identifico plenamente con él.
ResponderEliminarEsos cachivaches que vamos recogiendo y que nos acompañan durante nuestro rio de la vida ,siendo parte de nosotros y de nuestra idiosincracia.
Muchísimas gracias por esta entrada, porque creo que todos o al menos los que ya tenemos una cierta edad tenemos entre los recuerdos de nuestra infancia un CASIO. Todos los niños de la época o teníamos uno o deseábamos uno, es algo que quizás no puedan entender las generaciones posteriores pero era algo muy especial.
ResponderEliminarEn el colegio era "normal" las comparaciones entre compañeros y amigos de los distintos modelos: profundidad, funciones, Marlins (canela fina ya entonces), etc. y otro de los usos "habituales" era poner las alarmas para anunciar el final de la clase, de la jornada, la llegada del recreo, la duración de la clase con el temporizador, etc.
Y no me puedo olvidar, de los "juegos" inventados a base de crono y que acababan machacando los pulsadores o contar las "aventuras" del verano de cuánto se había sumergido en el agua....
Y eso forma parte de nuestra vida, estos modelos nos conectan con ese niño que llevamos dentro, una parte de la infancia que nunca se va y que sigue entre nosotros.
¿ Cuántos acabaron machacados en aquellas batallas?, posiblemente la mayoría de ellos pero afortunadamente los que "mejor se cuidaban" han llegado a nuestros días como si fuera ayer, relojes sencillos pero honestos que con 20-30-40 años siguen funcionando como el primer día.
En mi caso, volví a comprar los relojes que tuve de niño : el F-87 y el TS-1200 y despertaron en mi la pasión por la marca de nuevo, algo que estaba latente...y fueron éstos porque incluso antes de tenerlos o "al tiempo", intenté comprar alguno actual pero no me veía con un reloj digital (cosas de la edad o de los prejuicios, más bien) hasta que estos dos despertaron esas sensaciones....
Somos varios hermanos pero por cuestión de edades los más pequeños no son de la generación "CASIO" de manera estricta, porque no quisieron serlo realmente pero otra de las cosas que hice fue regalar el que tuvo otro de mis hermanos (el W-50), también le he regalado uno a mi madre....y yo como enamorado de la marca me lancé a una aventura con la marca.... una historia preciosa.