Denostado por la mayoría, el cristal de resina o cristal acrílico tiene una desgraciada y mala fama. Eso a pesar de que muchos relojes de antaño, de marcas de renombre, lo incluían en sus cajas (así corría menos riesgos de partirse en las caídas, al contrario que los vidrios). Seiko lo monta en sus relojes desde hace mucho tiempo, y la mayoría de sus colecciones los llevan. Pero, ¿por qué sigue teniendo, entonces, tan mala fama? Probablemente por desconocimiento.
Partamos de un hecho indudable: un cristal de resina se asienta mejor en una caja, sobre todo si ésta es también de resina. El material se expandirá con el calor y se contraerá con el frío de manera uniforme, por lo que las juntas sufrirán menos, y durarán más. En los relojes con caja de resina y cristal mineral (como muchos G-Shock) esto no ocurre, y existe una diferencia de temperatura notable que se agrava aún más si el modelo es Tough-Solar y lo llevamos con la manga descubierta - como recomiendan en Casio - en tiempo veraniego.