Cuando desde aquí te aconsejamos siempre que no es aconsejable que te pongas relojes "vintage" es por algo. Esta bien que te los compres para admirarlos, para coleccionarlos o incluso -y la cual es una obra de agradecer y muy valiosa- para salvarlos o rescatarlos del vertedero. Contra eso no estamos en contra. De hecho lo fomentamos y lo aplaudimos. Lo que sí decimos siempre es que un reloj vintage debería quedarse ahí, de exposición. Como los coches, un reloj de hace treinta o cuarenta años no tiene nada que ver en materiales con uno nuevo, y el nuevo suele ser -si es original, claro, no una falsificación- muchísimo más seguro. Y no solo en cuanto a relojes de metal, sino también de resina.
Muchas personas aducen que la resina es inerte, y que por lo tanto es un material que no reacciona con nada y no produce tantas reacciones alérgicas como los modelos de metal, lo cual es cierto. Pero el peligro de las resinas es otro: su composición, en la cual intervienen elementos químicos que puede que no causen alergias, pero sí que sean cancerígenos.