Con el cambio de rumbo hacia lo analógico y lo conectado, vemos cómo las páginas de Casio se transforman con imágenes de modelos de manecillas, se llenan de relojes con engranajes y sus links apuntan a aplicaciones y servicios de configuración y/o apoyo del reloj desde el smartphone.
Los digitales son los menos y, encima, son los más arrinconados.
Pero a pesar de toda esa nueva corriente que impulsa a la gente a adquirir analógicos, y a pesar de la grandísima variedad que en Casio tienen, uno echa en falta modelos que en Casio podrían explotar y les podría suponer todo un filón: relojes monoaguja.