El pasado 31 de marzo entró en vigor una nueva normativa más restrictiva referente al uso de metales que tengan un contacto directo y prolongado con la piel (joyas, piercings, relojes...). En la normativa se restringue, en la Unión Europea, la liberación de níquel a 5,00 microgramos por centímetro cuadrado por semana para relojes, y a 2,00 microgramos para "productos insertados en la piel" (es decir, los piercings y pendientes). La actualización de esta norma vigente a partir de marzo añade nuevos métodos de tests para tener en cuenta las grandes variaciones de medición hasta ahora existentes.
Debido a esto, el pasado mes de junio, la CIBJO (la Confederación de Joyería) celebró una reunión con representantes de la UE para discutir esta nueva normativa. Según ellos, la nueva normativa es un tanto ambigua e "indecisa", y pidieron que la liberación de níquel, contemplada ahora del 0,28% al 0,88%, se "unifique" en un 0,88% para relojes, pulseras, collares y anillos. Y para los piercings y pendientes, actualmente con una permisividad de entre el 0,11 y 0,35%, se unifique en el 0,35%. Es decir: que permitan la más alta concentración de níquel "admisible" y contemplada en la norma.