Cuando Casio lanza un reloj tiene varias formas de difundirlo. Puede publicarlo en algunas de sus muchas salas de prensa, darlo a conocer en las fichas a sus distribuidores, en sus páginas de lanzamientos o, como otras veces, publicarlo en sus listados de novedades. Sea como fuere, más tarde o más temprano, al final lo acaba "oficializando". No ocurrió así con el GW-T5030. Es un caso raro digno de estudio, o al menos de una reflexión, ya que no es algo que suela hacer Casio.
El GW-T5030 hizo su aparición en el Baselworld de este año. Pero al contrario que otras novedades que llevaron allí, Casio no hizo anuncio alguno sobre él, ni siquiera lo mencionaron. Algo muy llamativo para uno de los modelo más caros de entre todos los que presentaba. La gente se enteró de su existencia al verlo "in situ", y fueron esa misma gente quienes luego lo dieron a conocer al resto del mundo. ¿Por qué este oscurantismo en un modelo de más de mil dólares? ¿A qué responde esta forma de actuar con un modelo tan extraordinario, construído íntegramente en titanio?