Prueba: GDF-100, uno de los pioneros de los sensores en los Master of G

Durante los años noventa la línea Sport y Pro Trek Ley (los PRL, precursores de los actuales Pro Trek) eran las que disponían de muchos de los sensores de Casio, pero de ninguna manera llegaba a ser dominante en su uso. Muchos de los sensores se encontraban en otras líneas, como G-Shock, en donde teníamos el DW-9800 con brújula, o el DW-6700 "Skyforce" con sensor de presión, y algunos más.

Pero con la aparición de los relojes "premium" para deportistas y aventureros de élite (auténticos miniordenadores de bolsillo), todo aquéllo comenzó a cambiar. Entonces Pro Trek comenzó a tomar una posición dominante en el uso de sensores, pasando G-Shock a un segundo plano. Pero en el año 2008 todo volvió a cambiar de nuevo. G-Shock tomaba las riendas de este tipo de interesantes tecnologías (y con funcionalidades casi de ciencia-ficción) inaugurando en la línea "Master of G" sus modelos con sensor con el G-9200 "Riseman". Estos productos tienen ahora mismo a varios e interesantes modelos, pero los que inauguraron todo aquello, haciendo regresar a G-Shock de donde nunca debería haberse ido, fueron estos modelos que, además, comparten sensor: el mencionado G-9200 (heredero directo de los DW-9100 de 1997, y más atrás aún, de los DW-6100 de 1992), y el GDF-100 (este último aparecido en marzo de 2011).

Nuevo G-SHOCK x Burton Snowboards

G-Shock ha anunciado el lanzamiento hoy de su nuevo modelo de edición especial, que, en este caso, está realizado con la colaboración del especialista Burton Snowboards, el cual además celebra así el 30 aniversario de G-Shock.

Esta edición limitada lleva por nombre GDF-100BTN-1, y su característica más destacada (aparte de sus colores) es su correa, realizada en cuero sintético y reforzada con hilo Cordura. Como es habitual en estos casos, se incluye un embalaje especial, y personalización en la tapa trasera. Respecto al tejido Cordura, no es precisamente uno de mis favoritos para usar como correa de reloj, la durabilidad no es tanta (sobre todo si lo ponemos frente a otras fibras, como las de carbono o vidrio) y aunque para ropa de trabajo -su principal uso- sea, por su relación prestaciones-economía, una de las fibras más socorridas, cuando hablamos de un reloj la cosa cambia bastante. Otro de sus aspectos negativos es el display invertido, algo casi obligado en las ediciones limitadas por su espectacularidad, pero de muy poca ayuda en el día a día. El color azul claro de la correa también es muy atractivo, pero como sólo está en su interior, el comprador no podrá lucirlo mucho. Por lo tanto, estamos hablando, principalmente, de un reloj de exhibición, y es ahí donde entonces éste modelo sí podrá lucir todos sus encantos.