Seguramente que todos tenéis algunas anécdotas parecidas con vuestros relojes. Si os apetece, os animo a compartirlas con nosotros en los comentarios. Yo he decidido reunir algunas de las que recuerdo con más cariño, la mayoría ya las he comentado con ocasión de algún post en ocasiones anteriores, pero ahora las reúno todas a modo de resumen porque, además de que os resultarán bastante familiares -por coincidencia me imagino que a muchos os habrán ocurrido cosas parecidas-, tiene mucho que ver también con el aprecio que sentimos por la marca y la ternura y simpatía que nos inspiran muchos de sus relojes.
No he llegado a encontrar, como sí les ha ocurrido a otros, esa "perla exquisita" en algún cajón olvidado de sus casas, o en el escaparate de una humilde tienda de relojería por algún minúsculo pueblo (aunque bueno, algo parecido sí me ocurrió con mi W-71), o quizá en el mercadillo un día de feria. Pero aún así algunos de los ejemplares que he podido conseguir, y que he tenido también el gusto de disfrutar, son en los tiempos actuales francamente complicados de poder hacerte con ellos.