Los nuevos modelos de la serie Racing de Edifice que llegan al mercado este mes, los EFR-101, probablemente al primer golpe de vista no llamen mucho la atención, pero tienen interesantes detalles estéticos realmente muy acertados y bonitos. Edifice vuelve a recurrir al número cien (hace poco lanzó el ERA-100 en ana-digi), y, en éste caso, además a un bonito número capicúa de esa serie, el 101.
Todos estos relojes se diferencian según cada versión principalmente por un casi imperceptible detalle: el color del segundero. Cada uno de ellos posee un color de aguja de segundero en contraste con el fondo. Además, dicho color forma conjunto (es decir: también hay partes de ese color) con la subesfera central (la pequeña), que está diseñada en cuartos (es un círculo dividido en cuatro partes). Ambas poseen dos zonas contrapuestas con un sector circular en el mismo tono que la mencionada aguja del segundero. Ésto crea un efecto "de arco", cuyos extremos apuntan a las marcas horarias, como si se tratara de una veleta que indique la dirección del viento (del tiempo, en éste caso, obviamente).