Todo aquel que empieza a conocer el mundo G-Shock enseguida se da cuenta de la extrañeza del modelo 5600. Su historia es tan antigua y lleva tanto tiempo entre nosotros que ha recibido tantas variaciones entre las cuales es fácil perderse. No estamos hablando de aspectos simplemente estéticos, sino que alcanzan también a su construcción y a su módulo. Estas diferencias llegan a ser tan importantes que se les ha tenido que distinguir por letras: la A, la C, la D...
Aquí vamos a explicaros (o por lo menos intentar hacerlo) por qué ocurre ésto.