En los editores que tenemos para escribir en los blogs (realizados por
An Drekke, por cierto), hay una sección o apartado que me gusta mucho, y que los hacen estéticamente muy atractivos. Se trata de una zona con parte invertida, que nos facilita cuando los artículos que vamos a firmar se encuentran bajo nuestra propia firma (la redacción del blog) o bajo otras (en ese caso lo de "Redacción" se sustituye por "Fuente"). Si estáis acostumbrados a leer blogs, es algo que desde hace años suelen hacer en muchos sitios, y que es una sencilla y clara forma de decirle al lector cuándo el autor del post somos nosotros, o ajeno a nosotros. La zona invertida hace que destaque y que sea difícil que se nos pase de largo (bueno, a veces pasa, cuando escribes un post a toda prisa, pero no suele ser habitual). Está muy bien, porque la aplicación está adaptada no sólo a PCs, sino a Netbooks y diferentes pantallas de ordenador, y la inversión llama la atención en seguida. Pero claro, es un monitor, y no tiene nada que ver su contraste y capacidad de visualización de colores, con el display de un reloj.
Por eso, cuando vemos estos modelos invertidos, enseguida nos llaman también la atención, y empezamos a decir lo bonitos y atractivos que son. Eso sí, a la hora de comprarlos la mayoría de personas (yo incluído) huimos de ellos como de la peste, por algo muy lógico: es imposible de leer la hora en ellos, más aún los iconos pequeños de activación o desactivación de funciones o, como en éstos que nos ocupan, el gráfico lunar. Lo que es una auténtica lástima, porque la combinación de colores es genial y podía hacer que nuestros relojes fueran más especiales aún.