Media hora vendiendo relojes G-Shock (o: cómo NO vender relojes G-Shock)

Durante algunos días, el canal de venta online Evine estuvo pre-anunciando un especial sobre relojes de Casio, específicamente relojes G-Shock, para el día de ayer (22 de agosto). La verdad es que, aunque esperaba seguirlo, cuando me conecté -por eso del cambio horario- no habían emitido todavía, de manera que decidí dejarlo para hoy.

Como suele ser habitual cuando alguien habla de G-Shock con poco o nulo conocimiento de sus relojes, suele meter bastante la pata. Este riesgo se multiplica cuando alguien vende un día manzanas, lechugas o ratones de ordenador, y al siguiente relojes, y es que en la media hora de duración del vídeo se han podido ver bastantes deslices, que quería comentar con todos vosotros aunque fuera solo por curiosidad.

¡Qué duro es ser pobre!

Una de las frases que más sueles encontrar en foros y páginas diversas de debate en Internet es precisamente esa: "¡qué duro es ser pobre!". Cuando un fabricante presenta un nuevo modelo de reloj, o cuando ese modelo llega al mercado con un precio notorio, enseguida surgen comentarios de ese tipo: "¡que malo es ser pobre!".

También ocurre cuando estás leyendo una revista de relojes con unos amigos, o incluso uno mismo al recorrer sus fotos, en más de una ocasión no podemos evitar pensar: "¡si tuviera dinero!".