La AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos de Argentina) dio ayer un gran golpe a los falsificadores, logrando evitar que miles de productos falsos entraran en el mercado del país. Lograron incautar, siguiendo la salida de la aduana hasta el barrio de Once, 15.000 calculadoras que fingían y se hacían pasar por Casio, y con un logo muy parecido (y un texto de marca que sonaba también muy similar), así como 12.000 relojes marca Nako.
Los productos, que habrían tenido en el mercado un valor en total de aproximadamente 1.700 dólares, infringían leyes de patentes y marcas, y, además, al no disponer de la documentación y permisos necesarios ni poder verificarse su procedencia (y, por lo tanto, tampoco los productos utilizados en su fabricación), representaban un potencial peligro para la salud pública y la seguridad de los consumidores y el medio ambiente.