Hace poco menos de un año presenciábamos con cierto desasosiego cómo la página de los G-Shock Mini languidecía. Hoy no queda nada de ella. Los G-Shock Mini se han quedado para siempre en la noche de los tiempos, perdidos entre aquellos tantos intentos de Casio por dar una respuesta distinta a usuarios diferentes. G-Shock Mini era una solución muy atractiva para todos los amantes de los G-Shock que se quejan, además, de que son enormes "trastos" (o bien que tienen muñecas pequeñas). Pero dos errores garrafales hicieron que estos curiosos modelos resultaran un auténtico fiasco: el primero, su público objetivo. En lugar de dirigirlos a usuarios unisex (como sería lo más lógico), para no quitarle clientes a los G-Shock "grandes", Casio los enfocó hacia un público femenino. Craso error: simplemente por esa filosofía, ya le dieron la espalda a millones de potenciales clientes, y las mujeres, que con Baby-G tenían de sobra, nunca entendieron qué hacía esta "extraña" línea superponiéndose a la línea "verdadera".
El segundo error fueron sus limitados modelos. En los últimos meses apenas tres o cuatro.